El contenido adicional busca complementar la experiencia gamer.
Los gamers de antaño recordarán como era toda una experiencia pasar horas y horas frente al televisor divirtiéndose con los videojuegos más retadores buscando extraer hasta la más mínima recompensa que el juego en cuestión tenía para ofrecernos. Ya fuese como misiones extras, aventuras alternas a la historia principal, o modalidades adicionales que nos hacían ganar dinero para adquirir cosas dentro de alguna tienda dentro del videojuego, los contenidos adicionales estaban ahí a la espera de ser obtenidos con trabajo duro, dedicación y largas horas de juego.
Antes de la llegada de los juegos digitales y las consolas de nueva generación del nuevo milenio, los videojuegos se comercializaban de manera completa en el juego base, ya fuese este un caset, un cd, una tarjeta, etc. Esto significaba que, el juego que estábamos dispuestos a disfrutar contenía toda su historia en el material físico, y que todo contenido adicional (premios, nuevos más, accesorios, armas, costumes, y demás) se encontraban ahí mismo, a la espera de ser desbloqueados mediante logros relacionados a la dificultad del juego, el tiempo en que se recorría toda la historia, o misiones secretas que entregaban como premio nuevo contenido sin tener que adquirir ningún tipo de expansión o material nuevo.
En resumen, la jugabilidad de antes ya entregaba todo el material con tan sólo su compra, y estaba en nosotros extraer todo ese contenido extra mediante nuestra destreza de manera gratuita. Con la llegada de la era digital en los videojuegos, esto cambió rotundamente, abriendo una posibilidad comercial a los estudios y desarrolladores para lucrar un poco más con el juego, o bien, extender la experiencia de juego mucho después de su lanzamiento. Los DLC, o contenidos descargables, llegaron al mundo gamer para extender la experiencia de juego en muchos aspectos, con historias adicionales más extensas, nuevos accesorios, o extendiendo el lore de la historia principal, eso sí, mediante una descarga que en muchos de los casos cuesta monetariamente a los jugadores, razón por la cual este fenómeno es hoy un tema tan polémico como normalizado hoy en día.
Era digital, nuevo material para jugar y descargar
Si bien esto de los contenidos descargables no son una novedad digna de la era digital y el nuevo milenio, en tiempos modernos han adquirido una gran popularidad por el uso exponencial que hacen los desarrolladores de este recurso hoy en día. Una entrega contemporánea consiste en el juego base, aquel que es entregado con la compra en formato físico o digital, que usualmente contiene la historia o campaña principal del título, pero que ofrece la posibilidad de extender este material mediante DLC’s. Ya sea para extender su historia, adquirir nuevos elementos o jugar misiones alteñas, los contenidos adicionales descargables hoy son la realidad dentro del mundo de gaming, gustando a muchos por la oportunidad que ofrecen de extender el entretenimiento de estos, y detestados por otros, que ven en esta acción una artimaña más para conseguir más dinero de los jugadores.
Si bien antes existía la posibilidad de extender los juegos con estos contenidos adicionales en formato físico (las famosas extensiones), la practicidad de hacerlo digital en una era donde los juegos pueden actualizarse cada tanto y sumar este contenido de forma automática, hacen que los contenidos descargables se muestran como una excelente manera de acrecentar la experiencia mucho más. Las razones por las cuales existen estos DLC (además de la obvia cuestión monetaria) son la posibilidad de compensar a los jugadores con material nuevo adicional mediante sus logros (estos de forma gratuita), ya sea por cuestiones de temporada (festividades) o por el simple hecho de mantener activo un título mucho tiempo después de haber sido lanzado al mercado, con lo cual mantienen una comunidad de jugadores atenta al siguiente DLC y disfrutando del juego de forma prolongada.
Como mencionamos, esta táctica dentro del gaming no suele fascinar a todos cuando representa una cuestión de inversión o gasto (pay to play), pero resulta una forma excelente para mantener un juego activo por más tiempo y extender su lore, además de ofrecer recompensas complementarias que harán más divertidas y entretenidas las experiencias de juego.
Si, sabemos que todo este contenido descargable pudiese ser entregado con el juego base y evitar este tipo de mecánicas digitales, pero los juegos han cambiado y muchas veces lo que se nos vende suele ser más una plataforma que sirve como repisa a la que habrá que sumarle accesorios poco a poco para complementar la experiencia, un mundo que habrá que ir actualizando ya sea mediante el pago o de forma gratuita. Sea cual sea el caso, los DLC son una realidad que complementa y nutre el entretenimiento, por lo que habrá que ver cuales valen la pena y cuales sería mejor evitar. Eso sí, el juego en la mayoría de los casos va a complementarse y mucho.