Por Hugo Rocha
NOTA DEL EDITOR: El siguiente texto fue traducido del úrsido al español.
Se sabía que Cocaine Bear era la película que más esperaba del primer trimestre del año, y no lo digo de forma irónica. En cuanto vi la ridícula (pero real) premisa y todo el talento involucrado, nació en mí la esperanza de poder tener una película que abrazara lo absurdo del concepto y nos regalara una de las experiencias más divertidas y sangrientas del año.
Oso Intoxicado cuenta la historia de un oso negro que consume una gran cantidad de cocaina después de una operación fallida de tráfico. El gran úrsido desata sus instintos más salvajes como efecto del opioide sintético, intentando satisfacer su vicio sin importarle la cantidad de personas que se le pongan enfrente.
La película es dirigida por Elizabeth Banks y protagonizada por Keri Russel, O’Shea Jackson Jr., Alden Ehrenreich, Brooklyn Prince, Margo Martindale, Jesse Tyler Ferguson, Kristofer Hivju y Ray Liotta, en su último papel después de su lamentable muerte.
Cuando recién vi el anuncio, me temía que tomaran esta premisa de una forma seria, que quedara en algo simplemente aburrido y genérico. Pero no es el caso, la película apunta a ser una comedia negra con una dosis de terror espolvoreada encima; y cuando la película acepta el concepto y decide irse por el ridículo: es muy divertida.
Las secuencias donde vemos al oso son divertidas, exageradas y sangrientas; entregando algunos momentos que uno espera de esta película: buenas muertes y personas reaccionando ante la realización de la existencia de un oso intoxicado por cocaína.
Incluso, de manera sorpresiva, hay aspectos formales y decisiones de dirección que resultan muy graciosos, como freeze frames, material de archivo ochentero hablando del problema de adicción a la cocaína y momentos donde los personajes fantasean con ciertas cosas que esperan que sucedan, cuando no tienen idea de que probablemente esos sueños se vean destruidos por el oso.
Y sí, claro que no esperaba que esta película fuera el Ciudadano Kane de nuestra generación, pero es momento de hablar de cosas que no funcionan.
A pesar de que tiene momentos sumamente divertidos, hay muchas partes de la película donde la película pareciera tener miedo a irse completamente por el absurdo, conteniéndose en escenas que podían dar para mucha más locura desenfrenada; pero terminan siendo situaciones un tanto genéricas que no despiertan mucho en el espectador.
Esto último sucede en gran parte por el extenso cast, que nos presentan muchas subtramas de las personas que rondan por este bosque: tenemos una madre en busca de su hija y el amigo de esta, narcotraficantes en busca del cargamento perdido, el detective a cargo de la investigación, a la guardabosques intentando ligar a un experto en osos, un grupo de jóvenes asaltantes y una pareja en espera de un hijo; son demasiadas subtramas que muchas terminan siendo innecesarias, quitándole protagonismo al úrsido adicto.
Incluso en el primer acto de la película, pasamos demasiado tiempo explorando estas historias de las cuales se desarrollan aún más subtramas, dejándonos con ganas de ver más al oso destripando gente. Fácilmente podrían quitar unas cuantas de estas tramas y la película seguiría siendo exactamente la misma.
Para concluir, diría que el Oso Intoxicado no se anima a inhalar la línea completa, pero en ratos, eso llega a ser suficiente. Esta película termina siendo divertida pero no lo suficiente como para quedar en el imaginario colectivo por su trama; si lo hace será por la historia real en la que está basada.
Veredicto: