La peculiaridad legal de los funkos de Marvel y Star Wars
Por Ángel Mora
El coleccionismo contemporáneo de la cultura Pop parece estar dominando por ciertas figuras cabezonas altamente caracterizables y “curiosas”, que tienen en común la misma estructura, pero una infinidad de posibilidades para representar toda clase de personajes, momentos, lugares, vehículos, etc. de la cultura pop, el cine, el cómic, la televisión y hasta la música. Si en el pasado los frikis, geeks y nerds amantes de la ciencia ficción, los cómics y la fantasía coleccionaba libros, historietas y figuras de acción, hoy esos mismos coleccionistas, sus hijos, y nuevos entusiastas del coleccionismo, tienen como material de colección en común las figuras Funko Pop, esos pequeños cabezones capaces de representar a toda clase de personajes según lo permitan las licencias y la legalidad a la marca Funko, líder actual del coleccionismo de la cultura Pop.
Los Funkos hoy representan un pasatiempo de tiempo completo para los más fanáticos, expandiendo su alcance a toda clase de coleccionistas y fanáticos, teniendo muy presente que todos son fanáticos de algo. Desde series a películas, de videojuegos a comics, Funko tiene un Pop de todo, pudiendo materializar una figura de casi cualquier material creativo de manera icónica y con un éxito de venta asegurado. Disney, DC, Pixar, Harry Potter, Coca-Cola, Nickelodeon, Anime, Música, Star Wars y Marvel, no hay licencia que Funko no pueda adoptar, reproducir en forma chibi, y comercializar de forma exitosa.
Si bien hoy la empresa posee cientos de licencias y ha diversificado sus productos más allá de las figuras Pop, encontramos entre sus universos más populares, Marvel y Star Wars, una peculiaridad que hace de la reproducción de sus personajes y figuras unas destacables del resto, y es que a diferencia de sus primos-hermanos del ya basto universo Funko Pop, los funkos de estas dos licencias salen al mercado como bobbleheads, esas piezas de colección que todos conocemos por poseer un resorte que hace mover sus cabezas de forma descontrolada con el movimiento. ¿Por qué? Pues, a pesar de ser exactamente idénticos en forma, empaque, y diseño al resto del funko verso, sus licencias no les permiten ser estáticos, y esto tiene un origen legal. Tan tan taaaaan.
Bobblehead
Dentro del coleccionismo Funko se destaca que todas las figuras parten de un mismo molde o diseño, que hoy en día conserva sólo la forma de la cabeza al tener un cuerpo personalizable. Por ello, todas las figuras Pop parecen ser similares, pero incluso dentro de esta realidad, existe una anomalía que hace que las figuras pertenecientes a las licencias de Marvel y Star Wars sean diferentes al resto en al menos un detallito: ser bobbleheads. Los Bobbleheads, ya sean de funko o en general, representan figuras de colección cuya peculiaridad recae en que sus cabezas son más grandes y poseen un resorte que les da movimiento ante cualquier interacción. Pues este detalle que podría parecer insignificante es la razón de que Star Wars y Marvel formen parte de las licencias que maneja Funko, pues, de no ser por ello, no existirían los cientos de funkos de ambas licencias.
La razón se encuentra en que, si bien Disney hoy es propietaria de ambas marcas, dos de sus más rentables licencias, Funko no puede reproducirlas como “juguetes” al igual que el resto de sus Funko Pop, debido a que, a pesar de ser el dueño de ambos universos, Disney no posee los derechos de reproducción en juguete. Ambas licencias en un inicio pertenecieron a Kenner (star wars) y Toybiz (Marvel), ambas compañías desaparecidas hoy en día, cuyos derechos pasarían a formar parte de la juguetera Hasbro quien posee los derechos de reproducción en juguetes de ambos universos y sus personajes, por lo cual, Funko no puede reproducirlos como funkos tradicionales.
Hueco legal ideal
Funko y Disney no se quedarían de brazos cruzados ante la imposibilidad de poder comercializar de forma millonaria en el mercado que los Pop representaban a finales de la década pasada, por lo que encontrar un vacío legal ante esta situación juguetera representaba todo para el éxito que Funko comenzaba a representar en el mercado del coleccionismo. Finalmente darían con él: los bobblehead, producto que deja de ser un juguete a ojos de la Ley pero puede conservar el resto de las características de cualquier Funko.
Este hueco legal hizo posible que finalmente Funko y Disney pudieran lucrar a lo Funko Pop sus universos más rentables hasta ahora, haciendo de las figuras las mismas en esencia, diseño, empaque y forma de concebirlas, salvo por la especificación de ser “Bobblehead” y claro, agregar un resorte que hoy hace de la cabeza de personajes como Luke Skywalker y Spider-Man una danzarina ante el movimiento. La peculiaridad de los Funkos Marvel y de Star Wars fueron por mucho tiempo motivo de intriga hasta que finalmente la información detrás de este detalle saldría a la luz, entendiéndose completamente que su naturaleza de cabeza de globo tiene un origen legal en busca de lucrar con dichas licencias más allá de hacer de los personajes más rentables de Disney hasta ahora algo exclusivo del coleccionismo Pop.
Los Funko Pop hoy son la obsesión de miles de coleccionistas alrededor del mundo, un viaje de ida que lleva al más fanático a hacerse con decenas de personajes listos para la repisa de exhibición, que a pesar de no ser muy complejos, movibles, o detallados como otras figuras de colección en el mercado de las mismas licencias, poseen un encanto que hace del coleccionismo de Funkos un éxito comercial de nuestra época. Los bobblehead de Marvel y Star wars representan un ejemplo de cómo las marcas son capaces de buscar la forma perfecta de comercializar algo a pesar de los impedimentos en el camino, encontrando la forma siempre del lado de la legalidad, todo sea para exprimir al pobre Lord Vader o al Capitán América hasta que sus cabezas salgan volando de su resorte.