La practicidad de llevar miles de libros a todas partes.
Por Ángel Mora
La era digital significó una gran amenaza para la industria literaria, pues nunca se había visto una incursión tecnológica que amenazara la existencia de los libros impresos como siempre los habíamos conocido. Por años se pensó que la trepidante era digital de finales del siglo XX y del nuevo milenio traería consigo la desaparición de muchas cosas con la practicidad que significaba archivar todo el digital, el internet o más recientemente en las nubes. Entre las víctimas de esta modernización estaban los formatos físicos para música y películas, quedando rápidamente obsoletos los CD y DVD, considerados hoy materiales dignos de coleccionistas.
Pero el gran temor de miles de personas era la desaparición de los libros impresos, pues la practicidad de la tecnología digital brindó la posibilidad de comprimir libros, compartirlos en cuestión de segundos, editarlos de forma más rápida y claro, adquirirlos de forma gratuita en muchos de los casos. Las ventajas de la era digital respecto a los libros se mostraban por cientos, por lo que la inminente desaparición del formato impreso era algo de esperarse, pero afortunadamente, esto jamás sucedió. El nuevo milenio llegó, sus tecnologías lo transformaron todo, y los libros permanecieron ahí, inmutables y eternos, demostrando que su desaparición no estaba contemplada para este siglo todavía.
A pesar de ello, sí aparecieron tecnologías que hicieron de la lectura y la literatura algo más práctico y compacto, siendo los e-books y los gadgets de lectura la respuesta para quienes prefieren llevar sus libros a todas partes sin maltratar sus ejemplares físicos o simplemente por mera comodidad. En este sentido, el gran gadget que domina la preferencia de los lectores digitales es nada menos que Kindle, la exitosa propuesta de Amazon para llevar cientos de textos a todas partes mediante la practicidad de la era digital contemporánea.
Formatos y preferencias
Para quienes amamos los libros y la lectura, coincidiremos que leer un libro físico es una experiencia muy por encima de las comodidades de la literatura digital de hoy. Sus formas, diseños, acabados y aromas son inigualables que la digitalización de este formato no puede igualar ni con toda su practicidad. Su permanencia ante la trepidante modernización de nuestra época se debe principalmente al éxito de sus funciones principales, por lo que su existencia física podríamos decir que está más que garantizada, al menos en las siguientes décadas, o este siglo tal vez.
Por otra parte, su versión digital hoy gana terreno para quienes tienen una vida activa y en movimiento pero que no dejan la afición por la lectura a un lado. En una era donde todo va deprisa y el tiempo no se detiene, tenemos que aprovechar cada momento para proseguir con esa lectura pendiente. Por ello, la digitalización de la literatura hoy hace posible llevar los libros a cualquier lugar mediante la practicidad de los gadgets de lectura, siendo Kindle de Amazon su más grandes exponente en el mercado, una bien agradecida respuesta a la plegaria lectores de quienes solo pueden leer en sus trayectos o que no disponen de los libros físicos al momento.
La practicidad de Kindle
En 2007, entre otras grandes incursiones, la empresa Amazon se convirtió en toda una revolucionaria al crear un gadget de lectura digital, una herramienta capaz de ofrecer decenas de libros en una pantalla lista para una lectura práctica y portátil. Kindle, como fue bautizada esta maravilla lectora de material digital, llegó para cambiar la forma de consumir literatura de cualquier tipo en el nuevo milenio, siendo compuesta por una memoria, una pantalla y ciertos comandos en su primera generación, suficientes para hacer de la lectura una práctica lista en cualquier parte.
El paso de los años fue evolucionando su naturaleza y beneficios, siendo su más reciente versión un dispositivo capaz de almacenar cientos de libros mediante memorias de diferentes capacidades, resistencia al agua, iluminación led ajustable, carga de batería con duración de hasta 10 semanas, y claro está, la posibilidad de disfrutar de toda clase de libros electrónicos a precios accesibles mediante su tienda en línea. Además, nuevas funciones como la lectura de audiolibros mediante funciones bluetooth es algo que su más reciente generación hace posible para quienes prefieren escuchar una buena historia.
Revolución
Los libros suelen ser hoy en día un lujo para algunos, pues sus precios en muchos países hacen de esta práctica una asequible sólo para algunos. Si bien poseer libros físicos es todo un deleite para quienes coleccionan material literario, estos ocupan espacio y un gasto que pocos pueden solventar. Kindle y su plataforma hoy hacen posible llevar nuestras bibliotecas personales a todas partes mediante la digitalización literaria, siendo sus libros relativamente más económicos, y encontrando en su amplio catálogo decenas de miles de propuestas literarias en segundos, todas listas para su lectura.
Por ello y muchas otras razones que sus usuarios van descubriendo al utilizarlo, Kindle se ha convertido en la revolución de la lectura en la era digital, que, sin desplazar a los libros físicos y su reinado absoluto, su alternativa hace posible que esta noble forma de entretenimiento no encuentra impedimentos para quienes por su forma de vida no tienen tiempo de abrir ni cargar su libro en cualquier parte. Para quienes prefieren la lectura tradicional en físico como para quienes buscan practicidad y portabilidad, Kindle es una maravilla al alcance de todos los amantes de la lectura.