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El regreso de la humanidad a nuestro satélite natural: la Luna.

 

Por Ángel Mora

La fascinación del ser humano por el universo más allá de nuestra órbita es incuestionable, siendo una de sus más grandes metas de nuestra era la conquista del espacio mismo. Durante la segunda mitad del siglo XX, la humanidad emprendió una exploración espacial tanto desde la superficie terrestre como fuera de su órbita, siendo esta en gran medida propiciada por la carrera especial acontecida durante la Guerra Fría, donde los Estados Unidos y la Unión Soviética se enfrascaron en una lucha de egos buscando alcanzar la cúspide del dominio espacial mediante satélites, sondas, telescopios, y claro, la llegada a la Luna a mitad de siglo XX.

Con el tiempo, la Guerra Fría concluyó, pero la exploración del universo siguió su camino, esta vez buscando el conocimiento mismo de lo que hay más allá entre las estrellas y no solamente posicionarse como la potencia líder del planeta en cuanto tecnología aeroespacial. Hoy, y a inicios del nuevo milenio, la búsqueda de respuestas en el espacio a lo orígenes del universo, de la formación de nuestra galaxia y planetas, así como de a dónde nos dirigimos como especie propicia una serie de expediciones extra planetarias que en la actualidad contemplan la colonización de otros planetas, siendo Marte el objetivo más próximo.

Pero en este camino, la humanidad busca volver al lugar que colocó la exploración del espacio en boca de todos y marcó un hito en la historia de nuestra especie. La Luna vuelve a ser objetivo de la NASA y sus misiones de investigación, esto con la finalidad de convertir al satélite natural en un puesto de avanzada en el camino de la exploración de nuestro sistema solar de manera tripulada, por lo cual, el Proyecto Artemis marca el inicio del viaje del ser humano hacia Marte, teniendo como objetivo y primera parada nuestro satélite.

Presencia permanente en el espacio

La meta de la humanidad respecto a la exploración de nuestro universo es lograr llevar a los primeros seres humanos a Marte, nuestro vecino rojo, en una de las hazañas mas importantes de nuestra era. Para ello, el camino debe prepararse minuciosamente, y la NASA lo sabe muy bien, desarrollando a lo largo de los últimos años diversas sondas, telescopios y rovers de exploración que buscan obtener información del planeta vecino mucho antes de la llegada de los humanos a su superficie.

Pero incluso antes de preparar la primera misión real tripulada al planeta rojo, otro objetivo busca preparar a los futuros colonizadores mediante la práctica y obtención de información, uno más próximo, que ha permanecido en solitario durante las últimas 5 décadas, que hoy vuelve a ser objeto de estudio de la especie que tanto lo ha admirado en el firmamento nocturno. Se trata de la Luna, nuestro único satélite natural, el cual será material de estudio, práctica, y que servirá de base para futuras operaciones espaciales mediante la instalación de un puesto de avanzada que hará más sencilla la operatividad, investigación y exploración de nuestro sistema solar y más allá. Esta próxima odisea espacial lleva por nombre Artemis, y es hasta ahora el proyecto más ambicioso de la NASA y sus colaboradores, pues marcaría el inicio de una era donde el ser humano podría habitar tanto la Tierra como la propia Luna en busca de alcanzar nuevos horizontes y lograr preservar la existencia de la humanidad fuera de nuestra órbita. 

ARTEMIS

El proyecto de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio, la NASA, quiere de alguna forma convertir a la Luna en un lugar habitable desde el aspecto aeroespacial (en primera instancia, claro). Para ello, su proyecto Artemis, dividido en varias misiones, tendrá como objetivo inicial regresar a nuestro satélite, el cual no había sido explorado desde finales del siglo pasado, poniendo a prueba las nuevas tecnologías disponibles para el primer alunizaje del siglo XXI, donde se buscará obtener muestras e información de su superficie buscando la mejor opción para convertir su territorio, especialmente su Polo Sur, en una zona lista para la operatividad aeroespacial.

GATEWAY

Para lograr esta “colonia” lunar, la NASA comenzará el proyecto ARTEMIS poniendo en la órbita lunar una estación espacial que sirva como centro de comunicaciones y puesto de avanzada para los exploradores lunares que se ensamblaran, eventualmente, mediante otra de las fases del proyecto espacial, Orion, que consiste en una cápsula que llevará nuevamente a la humanidad a orbitar la luna acoplándose con esta estación espacial bautizada como Gateway, la cual se irá construyendo poco a poco mediante el lanzamiento de sus componentes mediante cohetes de la NASA y de empresas privadas como Space X y Blue Origin. 

La órbita lunar y esta plataforma espacial harán más sencillo el descenso de las primeras misiones que bajarán a la superficie lunar, creando así un camino seguro entre la Tierra y el satélite. Una vez preparada la senda, la construcción de este puesto de avanzada lunar permitirá el estudio tanto del satélite como del espacio, creando así la primera colonia humana en la Luna mediante la cual se buscará seguir el camino hasta llegar a Marte utilizando el éxito de esta misión y los datos obtenidos en cuanto a la construcción de puestos de avanzada espaciales. 

Además de su regreso al satélite, la instalación de módulos de investigación, una plataforma en órbita en la luna, y la presencia de un rover de exploración para deambular por la superficie lunar conocido como VIPER; la misión Artemis marcará posiblemente el comienzo de una era de colonización espacial por parte de nuestra especie humana, logrando lo que por muchos años fue propio de la ciencia ficción y que en los próximos 5 años podría ser una realidad: la vida humana en la Luna, con miras hacia otros horizontes, como lo es el planeta rojo, donde el rover Perseverancia ya investiga el terreno a la espera de nuestra llegada.