Skip to main content

Una alternativa interesante para el sector creativo. 

 

Por Ángel Mora

En la actualidad, las industrias creativas necesitan de herramientas de trabajo que hagan posible concebir diseños, ilustraciones, animaciones, ediciones y toda clase de producciones creativas dignas de la era digital de la forma más sencilla e intuitiva posible. Si bien existen muchos softwares de diseño, edición de video y animación, el mercado contemporáneo posee un líder absoluto en cuanto a alternativas creativas se refiere, y con esto nos referimos a los softwares o programas creativos que existen en el mercado. En gran líder de este sector es Adobe y su catálogo de aplicaciones creativas que ofrece al público, destacando de su Creative Cloud los referentes que asociamos al mundo del diseño y las profesiones creativas desde hace varias décadas: Illustrator, Photoshop, After Effects, InDesign y Lightroom, entre otros.

Sin el afán de insinuar que existe un monopolio en cuanto a aplicaciones de diseño y edición, es sabido que Adobe posee un dominio dentro de este mercado, siendo sus programas los más utilizados por los creativos alrededor del mundo, ya sea de forma legal como, seamos honestos, pirata. Las múltiples herramientas que ofrecen sus aplicaciones han hecho más sencilla la forma de construir el mundo creativo del siglo XX, con una interfaz que, si bien mejora con las nuevas versiones, se mantiene similar, haciendo posible que sus usuarios mantengan el ritmo al utilizarlas. Pero este sueño hecho realidad para editores, diseñadores, animadores y más, tiene un precio, uno que hace que Adobe se convierta rápidamente en un villano más de la industria: sus costos. 

Si bien es lo más sensato del mundo pagar por utilizar este tipo de aplicaciones tan eficientes y completas que lo tienen todo y que ya forman parte del mundo creativo, lo que sale a discusión es los altos costos que Adobe maneja en sus paquetes o de forma individual, siendo estos cada vez más altos. La naturaleza humana del siglo XXI nos ha dejado claro algo de lo que no deberíamos estar tan orgullosos; cuando los precios se alzan, la era digital nos hace posible recurrir a la piratería, uno de los problemas a los que se enfrenta Adobe, puesto que sus programas, si bien son la opción número uno en esto del diseño y la edición, también son la opción número uno para descargar, instalar y utilizar de forma ilegal. En un mercado dominado por una sola marca, con costos demasiado altos, y que obligan a los usuarios a recurrir a la piratería, ¿qué alternativas existen que no sean la ilegalidad? Aunque sorprenda, las hay, y una de ellas es Affinity.

Contrapeso creativo

No buscamos menospreciar ni desprestigiar lo que Adobe tiene para ofrecer al mercado creativo, sino que pretendemos hablar con la verdad desde la experiencia como creativos, diseñadores, editores, ilustradores y animadores. Adobe cobra cuotas mensuales por el uso de sus aplicaciones a precios que, si te va bien como profesionista independiente o son proporcionados de manera general por tu empresa en la que trabajas, no deberías preocuparte tanto; pero que si por el contrario trabajas con una modalidad freelance o los requieres para mero pasatiempo y para seguir tus pasiones creativas, estos costos no serán bienvenidos en tu billetera. 

La retrocompatibilidad entre las aplicaciones de Adobe son una muestra de su brillantez, pero en un mundo donde la inflación está a la orden del día, podemos ir despidiéndonos de nuestros programas favoritos por un tiempo. Por fortuna, el cielo creativo se abre ante nosotros y se iluminan las alternativas que logran hacer contrapeso hoy en día al monopolio de Adobe dentro del sector, destacando entre estas las propuestas de Serif, una desarrolladora de softwares de diseño y edición británica que desde 2014 ha dejado en claro que es posible diseñar fuera de Adobe con su línea de aplicaciones Affinity.

A pesar de existir desde 1987, sus aplicaciones vieron la verdadera funcionalidad a partir de 2014 con el lanzamiento de Affinity Designer, su primer programa que emula lo que Illustrator es para Adobe, una aplicación de diseño vectorial que nada le pide a la anterior. Con el paso del tiempo, los adeptos encontrarán en esta alternativa de similar interfaz una herramienta más adecuada para su uso. La aparición de las siguientes aplicaciones Affinity Photo y Affinity Publisher (Photoshop e InDesign para que nos entendamos) marcarían el inicio de una era de competitividad directa con el gran líder de la industria. 

Tres aplicaciones que hacen la diferencia

Affinity ofrece una alternativa efectiva, dinámica, intuitiva, amigable, y, sobre todo, más económica para el sector creativo. Contrario a sus competidores, Affinity brinda la oportunidad de adquirir sus programas en su totalidad mediante un solo pago (por cada uno, claro), lo cual se ajusta a las necesidades financieras de muchos profesionistas alrededor del mundo, ofreciendo la posibilidad de seguir el camino de la creatividad sin tener que empobrecer en el trayecto o recurrir a la infame piratería. 

Sus softwares multiplataforma hoy son motivo de reconocimiento por grandes de la industria tanto creativa como la tecnológica, entre los que destacan Apple y Digital Arts, quienes coinciden en que Affinity y sus aplicaciones son una excelente elección para seguir la senda creativa del siglo XXI de la nueva década. Sólo es cuestión de familiarizarse con su interfaz y aprender a utilizar sus múltiples herramientas (que se asemejan bastante a las de Adobe si somos honestos) para poder explotar todo el potencial que Affinity tiene para ofrecer. Adobe o Affinity, no importa la elección que tomes por gusto, costumbre o necesidades financieras, lo importante aquí es seguir creando.