Marvel junta a los villanos para salvar su universo

Marvel está listo para apostar por los “chicos malos” con Thunderbolts, su respuesta directa al Escuadrón Suicida de DC. Aunque ha habido dudas en los últimos años sobre el rumbo del MCU tras el cierre de la Saga del Infinito, la Casa de las Ideas no baja los brazos. Esta nueva cinta, que llegará en 2025, reúne a un equipo de personajes disfuncionales y emocionalmente fracturados que han aparecido en entregas anteriores, y los lanza en una misión suicida bajo la mirada controladora de Valentina Allegra de Fontaine.
A diferencia de los brillantes y perfectos Vengadores, Thunderbolts presenta a una alineación de antihéroes llenos de sombras: algunos redimidos, otros incomprendidos, y varios aún peligrosamente inestables. La gran pregunta es si esta banda de inadaptados será la chispa que Marvel necesita para recuperar su brillo. ¿O se romperán antes de que puedan hacer algo verdaderamente heroico?
Los inadaptados favoritos del MCU
La alineación de Thunderbolts mezcla viejos conocidos del Universo Cinematográfico de Marvel con personajes que, hasta ahora, habían estado más bien en los márgenes. Al frente del grupo está Yelena Belova (Florence Pugh), la nueva Viuda Negra, con el carismático pero atormentado Bucky Barnes/Soldado de Invierno (Sebastian Stan) como ancla emocional y moral del equipo. Junto a ellos, Red Guardian (David Harbour) aporta músculo y cinismo, mientras que Ghost (Hannah John-Kamen) añade misterio y vulnerabilidad.
El resto del equipo lo conforman Taskmaster (Olga Kurylenko), John Walker/US Agent (Wyatt Russell) y, por supuesto, la siempre intrigante Valentina Allegra de Fontaine (Julia Louis-Dreyfus), quien ha sido la arquitecta detrás de este equipo desde sus apariciones post-créditos. Esta mezcla de egos, traumas y habilidades apunta a una dinámica impredecible y muy alejada del idealismo de los Vengadores.

La inclusión de nuevos rostros como Geraldine Viswanathan en un papel aún no revelado y Lewis Pullman como Bob (quien reemplaza al rumoreado Steven Yeun como Sentry) añade intriga al proyecto. Si bien Marvel ha sido cauteloso con los detalles, la presencia de actores de renombre y el enfoque en una narrativa más oscura y psicológica le dan un giro refrescante al formato.
Una misión suicida con aroma a redención
La historia de Thunderbolts se centrará en una misión impuesta a este equipo de anti-villanos por Valentina, una mujer con motivos siempre poco claros. Atrapados en lo que parece ser una trampa desde el inicio, el grupo deberá enfrentar no solo amenazas externas, sino también sus propios demonios internos. Cada uno de los miembros carga con un pasado pesado: traiciones, manipulaciones, fracasos… todo ese equipaje emocional será parte del conflicto central.
Lo interesante es que Marvel está apostando aquí por la psicología del equipo tanto como por la acción. ¿Podrán trabajar juntos sin destruirse en el proceso? Y más importante: ¿pueden redimirse? Esa es la gran incógnita que Thunderbolts plantea, posicionándose como una historia de segundas oportunidades, más cercana al drama humano que al espectáculo heroico.
Además, el enfoque del guion parece ser más cínico y sarcástico, más cercano a The Boys o Suicide Squad que a Avengers: Endgame. La idea de explorar los límites morales de estos personajes, y de cómo el mundo reacciona a ellos como “héroes no oficiales”, podría darle a la película un tono distinto dentro del MCU. Si lo hacen bien, esta podría ser una renovación necesaria para una franquicia que ha recibido críticas por sentirse repetitiva.
Y eso sin olvidar que el casting ha generado bastante conversación: desde el potencial de Florence Pugh como futura líder vengadora hasta el interés en cómo Marvel adaptará la personalidad explosiva del Sentry/Bob interpretado por Lewis Pullman. Las piezas están puestas para algo grande, pero el equilibrio será clave.


Problemas de producción y expectativas en pausa
El camino hacia el estreno de Thunderbolts no ha sido del todo suave. Originalmente planeada para lanzarse en julio de 2024, la producción tuvo que detenerse debido a la huelga de guionistas y actores de 2023, lo que retrasó todo el calendario del MCU. A esto se suma el hecho de que varios miembros clave del reparto fueron reemplazados por conflictos de agenda, como Ayo Edebiri, quien fue sustituida por Geraldine Viswanathan.
La dirección corre a cargo de Jake Schreier, conocido por su trabajo en Ciudades de papel, y aunque su estilo no es lo que esperaríamos de una película de acción y superhéroes, Marvel ha demostrado que tomar riesgos con directores menos tradicionales puede dar buenos resultados. Sin embargo, después de varios fracasos o recepciones tibias, como The Marvels o Quantumania, el estudio necesita un golpe contundente. ¿Será Thunderbolts la cinta que cambie la narrativa?
Muchos fans y analistas creen que esta es la última oportunidad para que Marvel recupere la confianza del público general. Y aunque los personajes de esta cinta no tienen el mismo peso que un Iron Man o un Thor, su imperfección podría ser justo lo que el estudio necesita: una historia con corazón, cicatrices y una nueva forma de hacer superhéroes.
Thunderbolts es, sin duda, una jugada audaz. Marvel ya no puede confiar en el mismo esquema de “origen, conflicto, redención” que funcionó durante la última década. Los fans han madurado, el mercado está saturado y las expectativas son más altas que nunca. Esta película tiene la oportunidad de resetear el tablero, presentar una nueva era de personajes complejos y contar una historia que no necesita salvar el mundo… sino salvar a sus propios protagonistas.
Si Marvel logra equilibrar el tono, desarrollar personajes con profundidad y ofrecer algo fresco en su narrativa, Thunderbolts podría ser el inicio de una nueva etapa. Pero si cae en los mismos errores de las últimas entregas, también podría ser una señal de que incluso los antihéroes no pueden salvar a un universo en crisis creativa.