El cuento de Hadas que nadie quiere ver
Disney ha encontrado en los remakes live-action una forma de reciclar sus clásicos animados para una nueva generación. Sin embargo, lo que en su momento fue una fórmula infalible se ha convertido en un problema para la compañía. Tras el desempeño mediocre de La Sirenita y el rotundo fracaso de Wish, ahora llega Snow White (2025), una película que, en vez de generar emoción, ha causado más polémica que entusiasmo.
Desde su anuncio, Snow White ha sido blanco de críticas por cambios innecesarios en la historia, la actitud de su protagonista, Rachel Zegler, y decisiones creativas que han alejado al público en lugar de atraerlo. Con un estreno programado para marzo de 2025, muchos analistas y fanáticos ya predicen que este será uno de los mayores fracasos de Disney en la historia reciente.
¿Condenada al fracaso?
Cuando Disney reveló los primeros detalles de la película, los cambios en la historia y el tono del film encendieron las alarmas entre los fans. A diferencia del clásico animado de 1937, la nueva versión elimina por completo el romance con el Príncipe, con el argumento de que “Blancanieves ya no necesita ser rescatada”. Este cambio generó un gran debate, pues aunque la actualización de personajes femeninos es importante, parece que Disney sigue sin encontrar la manera correcta de hacerlo sin alterar la esencia de sus historias.
Otro aspecto que causó molestia fue la eliminación de los siete enanitos, que ahora han sido reemplazados por un grupo de “criaturas mágicas diversas”. Aunque Disney justificó esta decisión como un intento de evitar estereotipos, el público lo vio como un cambio forzado e innecesario, eliminando uno de los elementos más icónicos de la historia original.
Estos ajustes han llevado a muchos a preguntarse: ¿Para qué hacer un remake si lo cambias todo? En lugar de ser una adaptación fiel con mejoras sutiles, Snow White parece más bien una película completamente distinta con el mismo nombre.
Rachel Zegler
Si hay algo que ha contribuido al rechazo generalizado de Snow White, ha sido la actitud de su protagonista, Rachel Zegler. Desde el inicio de la promoción, la actriz ha dado declaraciones que han sido interpretadas como una falta de respeto hacia la historia original y los fans.
Zegler declaró en varias entrevistas que el clásico de 1937 era “extraño”, que el Príncipe era “un acosador” y que su versión de Blancanieves no sería una damisela en apuros, sino una líder que no necesitaría del amor de un hombre. Aunque su intención era destacar la modernización del personaje, sus comentarios solo alimentaron el odio en redes sociales y la convirtieron en el blanco de fuertes críticas.
Para muchos, la actitud de Zegler contrasta con la de otras actrices que han protagonizado live-actions de Disney, como Halle Bailey en La Sirenita, quien, a pesar de la controversia en su casting, mostró un profundo respeto y amor por el personaje. En cambio, Zegler parece haber querido distanciarse completamente de la historia original, lo que ha afectado la percepción del público sobre la película.
La mala relación de Zegler con los fans ha resultado en una campaña de boicot contra la película, que se ha visto reflejada en comentarios negativos y desinterés generalizado. La pregunta es: ¿podrá Disney salvar Snow White a pesar del daño que ya está hecho?
Fracaso anunciado en taquilla
Los remakes live-action de Disney solían ser apuestas seguras, pero en los últimos años, las cifras han comenzado a tambalearse. La Sirenita (2023), por ejemplo, tuvo un desempeño decepcionante en taquilla, recaudando 570 millones de dólares, muy por debajo de lo esperado para una producción de su magnitud.
Snow White parece estar en una situación aún peor. Las reacciones en redes sociales y la baja aprobación del público han llevado a muchos expertos en la industria a predecir un desastre financiero. Además, la falta de apoyo de los fanáticos y la pobre campaña de marketing han hecho que la película carezca de la emoción y anticipación necesarias para un éxito en taquilla.
Si a esto sumamos el hecho de que Disney ha tenido varios tropiezos recientes con sus estrenos, es posible que Snow White termine siendo un fracaso monumental que haga reconsiderar al estudio sus futuras adaptaciones live-action.
El caso de Snow White (2025) no es solo una película más en la lista de Disney, sino un reflejo de una crisis creativa y de identidad dentro del estudio. La decisión de alejarse del material original, junto con el desastre de relaciones públicas que ha sido Rachel Zegler, han puesto a este remake en una posición casi imposible de recuperar.
Si Disney quiere seguir siendo relevante en el mundo del cine, necesita encontrar un equilibrio entre modernizar sus historias y respetar la esencia que las hizo icónicas. De lo contrario, seguirá viendo cómo sus películas pierden el encanto que una vez las hizo inquebrantables en la taquilla.
