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El videojuego que significó la caída de Atari. 

 

En la actualidad es muy común ver como distintos materiales acompañan el estreno de una película, siendo muy común el lanzamiento de merchandising alusiva a la película en cuestión, mismo que varía entre ropa, calzado, juguetes, coleccionables, etc. Esta táctica publicitaria contribuye a que el recibimiento de dicha película sea mayormente perceptible incluso si el material fílmico no es necesariamente bueno, pero que ayuda a que la película suene una y otra vez en medios, tiendas y escaparates y las audiencias sientan curiosidad por la misma. Pues bien, hace unas décadas sucedió un fenómeno que seguía estos pasos, el lanzamiento de un producto acompañando el estreno de una de las películas más taquilleras de la época. 

Iniciaban los 80s y Steven Spielberg lanzaba la película más taquillera del momento: E.T., el extraterrestre, un éxito que marcó a toda una generación, uno del cual muchos quisieron ser parte de su rentabilidad en el mercado, viendo la industria de los videojuegos una oportunidad de aprovechar este boom y sumarse a las ganancias millonarias que el extraterrestre de Spielberg estaba dejando en taquilla. Atari apostaría por realizar un videojuego a la par del estreno de la película, uno que no solo le costaría millones en derechos, sino que significa la caída de una industria aún joven con un fracaso que nadie, ni el propio Spielberg, esperaba que sucediera con dicho videojuego. El mito del videojuego de E.T. que llevó a Atari a la quiebra es tan real como el descubrimiento de cientos de casetes enterrados en el desierto de Nuevo México, un desenlace que nadie vio venir en su momento. 

E.T., el éxito de los 80s

La década de los 80s representa el auge de la cultura pop y sus más grande iconos en el entretenimiento, teniendo a Spielberg como el ícono supremo del cine de la década. Su filme E.T. El extraterrestre significó todo un fenómeno para la generación, influenciando a jóvenes de múltiples maneras, convirtiéndose en una película que hoy sigue posicionada como un clásico de la ciencia ficción y que en su momento significó un éxito comercial sin precedentes. Así como hoy ocurre, el prometedor estreno que significó esta película hizo que todos quisieran ser parte del fenómeno de alguna forma u otra, desde merchandising hasta los videojuegos, donde Atari vio con sumo interés producir un videojuego que acompañará la salida de la película y rindiera ganancias millonarias.

Atari libró una batalla millonaria para lograr hacerse con los derechos de la película y poder desarrollar su propio videojuego. Su plan, una vez adquiridos dichos derechos, era desarrollar un juego en tiempo récord buscando acompañar el éxito de la película mientras aún estuviera vigente, lo cual llevó a sus desarrolladores a crear un juego apresurado, en un lapso de 4 semanas de planeación y sin una prueba de opinión. Esta antesala significa el fracaso de dicha entrega. Si bien el juego fue lanzado con éxito y con una buena recepción debido al hype por la película, Atari pronto se encontró con la desgracia de su juego mal planeado.

Videojuego apresurado

Lo apresurado de su desarrollo y una jugabilidad distinta a lo visto con anterioridad hizo que el juego fuese rechazado al poco tiempo de su compra. El juego compartía el mismo nombre que la película, y trataba de emular la historia con E.T. buscando recuperar las piezas de un teléfono para “llamar a casa”. Pero nada de lo planeado resultó, pues era confuso, poco divertido y no se relaciona en nada a la película ni su historia. Pronto, Atari comenzó a recibir devoluciones del juego, llenando sus almacenes de copias del cartucho rechazado y con ello, las pérdidas de esta apuesta que se percibía rentable y millonaria se convirtieron en un enorme fracaso que llevó a Atari y a la industria de los videojuegos a una debacle de la que la empresa jamás pudo salir.

Debacle de Atari

Atari recibió miles de devoluciones de su juego millonario, y el juego pasó a convertirse en uno de los peores videojuegos jamás hechos, ejemplificando lo que la ambición codiciosa puede provocar. Atari no volvió a recuperarse, y sumado a otras cuestiones en torno a la industria de los videojuegos a inicios de los 80s en los Estados Unidos, en 1983 Atari se declaró en quiebra definitivamente. Por muchos años surgió la leyenda de que los miles de cartuchos devueltos y no vendidos del videojuego de E.T. habían sido enterrados en algún lugar del desierto de Nuevo México, una leyenda urbana entre los aficionados a esta industria que resultó ser verdadera, descubriéndose mediante una excavación en 2014 cientos de cartuchos del mítico fracaso de Atari enterrados en un vertedero donde jamás pudieran ser vistos ni jugados de nuevo. 

El curioso caso del videojuego de E.T. el extraterrestre de Atari nos lleva a cuestionarnos muchas cosas a 4 décadas del suceso, destacando de ellas como la ambición por probar las mieles de un éxito puede llevar a un rotundo fracaso si no se planifican las cosas de la manera correcta, y en la industria de los videojuegos, no se prueba su jugabilidad mucho antes de lanzarse con éxito. Hoy la industria es muy demandante y afortunadamente hoy los juegos pueden actualizarse y repararse mediante actualizaciones, algo que hace que muy seguramente lo ocurrido en 1982 no volverá a suceder jamás.