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La batalla gasificada del marketing.

 

Quien escribe ahora no tiene miedo de admitir que posee una adicción a los refrescos de cola del mercado, siendo sus bebidas favoritas la Coca-Cola o en su defecto Pepsi, eso sí, siempre y cuando sean “sin azúcar” ya que no queremos enfermarnos de algo en un futuro… Y teniendo una perspectiva clara de lo que acontece en este millonario mercado que comprenden los refrescos alrededor del mundo, podemos asegurar que esta industria está dominada por los gigantes anteriormente mencionados, siendo Pepsi y Coca-Cola los líderes supremos del refresco mundial, los cuales pueden jactarse de ello con total libertad y alto presupuesto mediante su capacidad publicitaria, una maquinaria comercial que pocas marcas alrededor del mundo poseen y que les ha mantenido por más de un siglo en la preferencia de sus consumidores, más que por su refrescante sabor, por su presencia mediática a nuestro alrededor. 

Si alguien es experto en publicidad de impacto perfectamente dirigida a su mercado son los dos gigantes refresqueros, que mediante sus productos estrella de sabor cola mantienen una imparable organización hoy diversificada, pero que sigue llevando por estandarte al refresco de cola clásico del mercado. Expertos en marketing y publicidad, PepsiCo y The Coca-Cola Company hoy no tienen necesidad de buscar mantenerse a flote, al contrario, su publicidad suele buscar rivalizar entre ambas refresqueras buscando estar en boca de todos, una estrategia que ambas compañías aprendieron muy bien hace ya varias décadas y que sigue funcionándoles a la perfección. Ni Pepsi ni Coca-Cola necesitan atraer consumidores, ellos llegan solos y sin necesidad de una campaña publicitaria específica para ello. Lo que sí necesitan es asegurar al mundo quién es el verdadero líder del refresco de cola, y para ello, la guerra gasificada no se detiene a casi un siglo de historia.

Guerra centenaria

Tanto Coca-Cola como Pepsi cuentan con un siglo de historia, cien años que les han hecho transformarse, innovar, fracasar en algunos aspectos, y renovarse una y otra vez con el cambio de las décadas y las nuevas generaciones. El refresco de cola nunca ha dejado, ni dejará de consumirse en el mundo, por lo que gran parte de la historia de ambas compañías ha tenido como punto común la lucha por el posicionamiento y el reconocimiento del público de cuál bebida es mejor. Si bien Coca-Cola le lleva alrededor de 13 años de ventaja a su principal competidor, este no deja de representar un rival eterno en todo el sentido de la palabra, más aún hoy en día donde ambas compañías poseen ganancias, presupuesto publicitario y preferencia en el mercado bastante similares. 

Mientras una implementa personajes y estrategias publicitarias familiares, la otra renueva su imagen constantemente en busca de actualizarse a nuevas generaciones y mantenerse en tendencia. Podemos decir que Coca-Cola es de carácter más familiar y tradicional del día a día, mientras que Pepsi posee un espíritu intrépido y juvenil que se adapta mejor a las nuevas tendencias y los temas del momento. Pero esta realidad no les ha impedido ser rivales por décadas, emprendiendo una guerra publicitaria que hoy, a pesar de no ser tan evidente, sigue más vigente que nunca. 

Los 70s y la guerra total

El inicio de esta guerra fría o gasificada se daría precisamente a inicios de los 70s, donde Pepsi sugirió un reto para ambas refresqueras donde se realizarán diversas catas de refresco buscando un veredicto por parte de los consumidores sobre qué bebida era más deliciosa y refrescante. Para sorpresa del líder refresquero fue Pepsi la constante ganadora en dichas actas, por lo que la guerra publicitaria comenzó inmediatamente. Los años posteriores trajeron una serie de campañas publicitarias de ambas refresqueras de ataque y respuesta, claro todo ello desde el espectro de la publicidad y el marketing, siendo algunas bastante polémicas más que otras, pero nunca se llegó a una controversia directa entre ambas compañías. 

Si Pepsi decía que era la mejor, Coca-Cola respondía con un anuncio comercial porque esto no era así, siempre jugando con una hostilidad disfrazada de humor, juegos de palabras, comerciales creativos y hasta réplicas bastante ingeniosas. Llegado el nuevo milenio, ambas refresqueras también emprendieron una carrera para promocionarse mediante los rostros del momento buscando a celebridades de gran renombre para ser el rostro de su bebida, como fue el caso de Michael Jackson y Britney Spears por parte de Pepsi, y Luis Miguel y Taylor Swift por parte de Coca-Cola, sólo por mencionar algunos.

Sabemos que esta rivalidad comercial será imparable, ya que, como estrategia comercial, resulta bastante funcional sea cual sea el contexto y la época en la que se dispute el mercado refresquero. Al final, todo se reduce en lo que prefiere cada uno en lo individual, puesto que, como lo mencionamos antes, ambas compañías a estas alturas de su historia y la realidad de su mercado no tienen necesidad de buscar nuevos consumidores, ni mucho menos, tienen problemas para encontrarlos por sí solos. Pepsi o Coca, al final del día no nos queda más que degustar una de ellas mientras contemplamos a las mejores máquinas publicitarias contraatacar con todo el poder de la creatividad, el ingenio, y un presupuesto único en el mundo.