¿El reboot del DCEU?
El plan cinematográfico que Warner tenía para DC no tuvo el desarrollo que esperaba la productora, mucho menos está llegando a una buena conclusión después de los múltiples desaciertos que esta franquicia relativamente joven está teniendo de cara a un final acordado. El famoso DC Extended Universe proyectaba ser la competencia directa de ya más que consolidado Universo cinematográfico de Marvel, quien, liderando el cine de superhéroes, veía como potencial rival a los grandes personajes de DC, una de las grandes marcas de cómics y superhéroes de la historia, entre los que destacan propiedades como Superman, Mujer Maravilla y Batman.
Si bien Marvel tenía más que asegurado su dominio en la industria del cine de superhéroes, DC se disponía a hacer lo propio al crear un universo de historias ligadas, cimentando poco a poco los eventos hacia un gran desenlace que incluiría la llegada y formación de la mítica Justice League, grupo de superhéroes que reúne a las grandes figuras de esta franquicia, pero que, si bien tuvo un buen inicio que marcó un aspecto más serio y lúgubre para lo que se conocía de un superhéroe hasta entonces, la mala recepción de un público acostumbrado a Marvel, la intervención de productores en cortes finales, y el cambio de rumbo de lo planificado a ningún lugar al parecer, terminaría por llevar al aún joven DCEU a su final con una de las joyas más esperadas de su planificación inicial: The Flash, cinta que al parecer marcará el fin de esta era para el universo cinematográfico de DC y podría ser el equivalente de un flashpoint de cara a un reboot anunciado este año.
El sueño que se vino abajo
La apuesta cinematográfica de Warner para llevar al cine de manera planificada y a gran escala, imitando en gran medida la fórmula de Marvel y su MCU, comenzó en 2013 con la llegada de Man of Steel, la película de Superman que Zack Snyder, arquitecto de este megaproyecto cinematográfico trajo como punto de partida. El plan de Snyder contemplaba diversas películas entrelazadas que llevarían a un gran conflicto entre la Justice League y un villano anunciado a lo largo de estas, Darkseid. Entre el catálogo planificado se tenían películas como Batman V Superman, Wonder Woman, Aquaman, Cyborg, The Flash, Green Lantern, Suicide Squad, hasta llegar a Justice League Parte 1.
¿Qué pasó? Simple y sencillamente, el público no recibió bien esta nueva propuesta de superhéroes más sobria y oscura, donde destacan personajes como Batman, Superman y Wonder Woman en un sentido más serio y lúgubre contrario a los brillantes de Marvel, que dominaba el mercado entonces. Esta poca recepción haría que los ejecutivos de Warner tomaran cartas en el asunto e influyera en los cortes finales de los proyectos posteriores, dándole una apariencia más luminosa, cómica y familiar a las siguientes películas, suceso que resultó en un acierto billonario (Aquaman) y 5 fracasos de taquilla. La debacle de DC encontraría en esta serie de sucesos la caída de un proyecto naciente, que, sin sus principales arquitectos, actores y polémica, terminaría por orillar al DCEU a un inminente reboot.
James Gunn, el héroe de Marvel llega a DC
Una figura destacable del cine de superhéroes resulta ser James Gunn, cuyo trabajo en Guardianes de la galaxia lo catapultó como un genio que entiende a la perfección el mundo de las historietas y sus personajes. Tras su éxito de Marvel, sería reclutado para dos proyectos de el DC decadente, The Suicide Squad y Peacemaker, ambos proyectos siendo un éxito para la marca, pero que, si bien no pudo resucitar el DCEU, orillaba a los ejecutivos a tomar una decisión inminente: un reboot. Para ello, James Gunn, junto a Peter Safran, fueron seleccionados para dirigir el nuevo DC Studios, proyecto que retomaría los live action y serie de DC tras el reboot proyectado tras el estreno de Aquaman 2 a finales de 2023. Si bien la noticia impactó al medio por desechar todo el acervo del DCEU hasta ahora, la proyección de nuevos proyectos, actores nuevos, y una propuesta interesante de un experto del cómic como Gunn mantiene el interés sobre DC tras sucesos desafortunados.
The Flash, último remanente
Lo que queda por mostrar del DCEU parece no estar ligado en absoluto a lo que se proyectó en un inició. De cara al reboot, solamente queda por mostrar The Flash y Aquaman 2, películas que enmascaran un misterio para encontrar el rumbo de cómo justificarán Gunn y Safran el anunciado reboot de la franquicia. The Flash parece indicar que será el excelente punto de partida de esto, ya que, como se vio en Justice League de Snyder o que su personaje es famoso por alterar líneas temporales y desenvolverse en el multiverso, esta película podría mostrarnos que depara para DC al final de la línea.
Enfocándonos en la película, The Flash parece seguir con el plan de Barry Allen interpretado por el polémico Ezra Miller, de convertirse en un buen controlador de la speed force. La película parece llevarnos por un viaje en el multiverso DC hasta ahora, mostrándonos nuevas versiones de personajes como Supergirl, un Barry Allen adicional y hasta dos Batman, el de Affleck, y la sorpresa que hace parecer que The Flash es la tercera película que se esperó por años del mítico Batman de Michael Keaton. Aunque todo pinta de maravilla en cuanto a la interesante trama, efectos visuales y una esperada conclusión al viejo DC en el cine, esta película resulta sustentar su carisma en base a guiños, el multiverso, nostalgia, y el regreso de leyendas pasadas del lore de DC.
The Flash llega a cines con un gran peso encima: polémica por parte de su protagonista, controversia por la inclusión de actores como Keaton, el multiverso, el lastre del DCEU decadente detrás y el interés por saber hacia dónde llevará esta entrega a DC y sus personajes, teniendo en cuenta que el reboot está a la vuelta de la esquina. ¿Llevará The Flash a la audiencia a entender el futuro de esta franquicia? O simplemente llegará a una conclusión que no conectará absolutamente nada de nada con lo que está por venir. Bastará mirar el filme para sacarnos de dudas el próximo 14 de junio.