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Tres décadas de un clásico prehistórico.  

 

Sabemos que la época dorada del cine fantástico y de la ciencia ficción se ubica en los ochenta y noventa, una era caracterizada por películas que simplemente volaron nuestra imaginación, compartiendo historias tan maravillosas como originales que nos hacían cuestionar si realmente el cine no era cosa de magia pura. Los efectos de entonces, lejos de los que hoy podemos apreciar en el cine moderno, nos maravillaban con escenas salidas de los propios sueños de un niño pequeño, completas obras de arte que hoy se cuentan como clásicos de la historia cinematográfica, pero que en su momento significaron la gran revolución del cine.

Genios como Stephen Spielberg lideraban la gran revolución del cine fantástico, que, si bien era capaz de proyectar la historia más desgarradora y adulta, podía enamorarnos con mundos de fantasía salidos de la página de un libro. Y es este precisamente el caso que marcaría esta década justo en sus inicios, un proyecto que buscaría adaptar la más elaborada historia literaria en una película de gran producción hollywoodense. Si bien hoy nos parece normal la adaptación de una novela al cine, entonces era algo poco común, una apuesta poco explotada que, tras el éxito de este filme orquestado por Spielberg, terminaría por marcar una tendencia que representaría la década siguiente caracterizada la adaptación de libros a la gran pantalla.

El caso en cuestión es nada menos que la superproducción Jurassic Park, la obra cinematográfica que pondría a las criaturas prehistóricas, a los dinosaurios, en el ojo público, despertando un interés nunca visto por estas criaturas y las ciencias que las estudian que hasta principios de los 90s permanecían como un tema de poco interés. La adaptación de la novela noventera de Michael Crichton por parte de Spielberg lograría consolidar su carrera, un género cinematográfico, despertar un interés por los dinosaurios para toda una generación, y sin duda alguna, revolucionar la industria para siempre. A tres décadas de su estreno, veamos por qué Jurassic Park es más que un clásico de los noventa para la cultura Pop. 

Revolucionando el cine

Ya mencionamos como George Lucas y Stephen Spielberg, por mencionar algunos, terminaron por cambiar la industria a finales del siglo pasado con sus múltiples filmes, caracterizados por poner a la aventura, la fantasía y a la ciencia ficción como motores de esta revolución cultural en el cine y el entretenimiento. Star Wars, Indiana Jones, E.T., los clásicos que hoy atesoramos fueron los precursores de una revolución en la industria que hasta entonces parecía imposible. Los efectos prácticos se superaron en cuanto su calidad, la llegada de animatrónicos y su mezcla con los nuevos efectos de computadora haría posible que la siguiente gran producción del cine hollywoodense terminase por consolidar una época de magia y blockbusters. 

Spielberg, el gran genio del momento, emprendería el camino hacia la película que terminaría por consolidar su genio en el cine, una adaptación al cine de una novela con dinosaurios como tema central, apoyado en las nuevas tecnologías, los efectos prácticos, hermosas locaciones, un elenco de primera mano, y su enorme capacidad de dirección, que no harían más que dar como fruto el clásico definitivo de los noventa en cuanto a ciencia ficción se refiere. Marcando un antes y un después, en 1993 llegaría a las salas de cine Jurassic Park o Parque Jurásico, una película que fue capaz de reunir de todo en un solo filme, desde dinosaurios sumamente reales, un parque temático, laboratorios de clonación, y una pesadilla que no dejaría dormir a una generación por las noches, pero que de día, despertará un interés por estos animales extintos que se mantiene hasta nuestros días.  

Parque Jurásico

La película de Stephen Spielberg innovó en múltiples aspectos, destacando la labor del diseño de producción, el departamento de arte, y los efectos especiales utilizados, que sumados a genuinas interpretaciones por parte de los hoy ídolos del cine Sam Neil como Alan Grant, Laura Dern como Ellie Sattler, y Jeff Goldblum como Ian Malcolm; terminarían por componer toda una obra de arte para su época. Nunca se habían llevado a los dinosaurios al nivel que esta película utilizó para representarlos, pasando del stop motion de otras épocas a verdaderamente ponerlos en escena de cuerpo entero mediante animatrónicos de gran detalle. El realismo de los animales utilizados y los posteriores efectos agregados como sus sonidos hicieron que la presencia del dinosaurio extinto hace millones de años apareciera en la pantalla grande como por arte de magia. 

Siguiendo la premisa de recrear un parque de dinosaurios donde todo se sale de control, Spielberg apostó todo por su película, desde la apuesta por innovar en efectos especiales como en el uso de locaciones naturales dignas de la obra literaria selvática, aplicando claro una ya icónica presencia del logo que hoy es todo un referente del cine, de Spielberg y de una época que muchos atesoramos con nostalgia. Jurassic Park se convirtió en un éxito inmediato tras su salida, convirtiéndose con los años en un clásico que hoy cuenta con dos secuelas que forman una trilogía, y otra trilogía más que enriquecen el Lore de esta franquicia a niveles que tal vez el propio Spielberg nunca imaginó.

Hoy Jurassic Park es todo un hito cultural de nuestra generación, que a tres décadas sigue maravillando con su historia, sus efectos visuales, su música y toda su estética icónica noventera. Su universo se expandió a 6 películas, una enorme cantidad de mercancía, videojuegos y accesorios como ropa y coleccionables que no hacen más que mantener vivo el espíritu de este clásico que despertó el interés de los niños de su generación por criaturas tan desconocidas hasta entonces pero que hoy son la razón de que miles estudiasen paleontología o que sigan fascinando con la presencia de fósiles y tiranosaurios a donde quiera que vayan. Sin duda a 30 años de su estreno, Jurassic Park no ha hecho más que envejecer de manera excelente, un fósil que vale la pena redescubrir.