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Cuando los fans van más allá. 

 

Por Ángel Mora

Shrek es amor, Shrek es vida. Con esta mítica frase iniciaremos a contextualizar como un festival dedicado enteramente a una película con más de dos décadas de haberse estrenado representa la estrategia publicitaria perfecta para promover una marca o producto muchos años después de haber salido al mercado. Es mediante el fanatismo de quienes encontraron en una marca y sus productos que podemos seguir promoviendo sus atributos incluso si el tiempo ha pasado y las campañas mismas de promociones de estos artículos en específico han dejado de circular en los medios publicitarios. Para llevar a cabo estas promociones post lanzamiento, la mercadotecnia encuentra en los llamados “fandoms” una excelente herramienta de promoción gratuita que dará de qué hablar por sí sola, manteniendo vigente una entidad comercial gracias al éxito y el amor que representa para ciertas personas, sus fans.

Y qué mejor forma de ejemplificar esté curioso fenómeno mercadotécnico y publicitario que lo que podemos apreciar respecto a lo que sucede con el ogro más famoso del cine y sus legiones de fanáticos, los cuales han llevado su amor por la franquicia hasta la congregación misma mediante un festival dedicado enteramente al lore de Shrek y su personajes, un festival surgido como una broma de internet hace casi 10 años, pero que hoy, es más que una realidad dispuesta a celebrarse todos los años en las extrañas tierras de Milwaukee, Wisconsin. Si, los promotores de la marca rugen y comen cebollas todos los años en el Shrekfest.

Fandoms, excelentes promotores de marca

Las marcas suelen gastar millones en campañas publicitarias todo el tiempo, con cada nuevo producto, con cada nueva tendencia, con relanzamientos, con activaciones, en fin, con cientos de cosas que, si bien garantizan una promoción real y necesaria de un producto en el mercado, al finalizar, no figuran nuevas formas de mantener en tendencia lo publicitado. Cuando el éxito de un producto es genuino, la promoción de este se mantiene activo incluso sin campaña detrás dándole difusión, y esto se logra mediante el publico mismo, consumidores que fascinados por lo que adquirieron previamente, pasan a convertirse en promotores de marca de forma gratuita, sustentando su actuar en su “fanatismo” por dicha marca, producto o servicio.

Este fenómeno es apreciable de forma frecuente en el mundo del cine y la televisión, donde películas o series se mantienen vigentes gracias a la publicidad “boca en boca” que las personas suelen hacer cuando una película de verdad les ha encantado y desean que otros compartan la misma experiencia y formen parte de la misma comunidad. Así nacen los fandoms, estas comunidades que reúnen a fanáticos para compartir su amor por tal película y sus personajes, fenómeno que ocurre también con la música, la literatura y los videojuegos. Destaca de esto la capacidad que posee un fandom de mantener vigente algo que podría tener ya algún tiempo en el mercado, perpetuando en tendencia mediante su constante admiración, una dedicación que puede llevar a los fans a realizar cosas cada vez más intrépidas como organizar un festival en honor a su película favorita, como es el caso del Shrekfest, un festival que llegó para reafirmar el poder de los fans como promotores de marca.

Shrekfest

Aunque parezca una broma, y vaya que esta idea surgió como una, el Shrekfest es hoy un festival en todos los aspectos, que reúne a fanáticos de la saga animada de Dreamworks para celebrar al ogro verde y a sus personajes en un evento lleno de actividades adecuadas al lore del pantano. Buscando mantener vigente su fascinación por estas películas, congregando fanáticos veteranos y llevando la saga a nuevas generaciones, el Shrekfest reúne de forma anual en las tierras de Milwaukee de forma gratuita a todo fanático de Shrek a celebrarlo entre música en vivo, concurso de disfraces, concurso de rugidos, y claro, competencias para comer cebollas. 

Un día entero basta para que el fandom del ogro más famoso del cine y la animación vuelva a llenar los corazones de sus fans mediante un entorno dedicado enteramente al material audiovisual de Dreamworks, el cual concluye con la proyección de la primera película al final del día, una forma de recordar el poder de un buen filme con más de 20 años, que gracias a sus fans, se mantiene vigente como el primer día de lanzamiento. 

Este fenómeno se replica con muchos otros fandoms, como el de Star Wars, Harry Potter o Lord of The Rings, sagas que mantienen su comunidad y a las marcas mismas activas a pesar de contar con años sin nuevos productos en el mercado, algo que las empresas, sobre todo grandes productoras, han sabido aprovechar y agradecen sobremanera, frecuentemente consintiendo a sus fans con merchandising, ediciones especiales, o relanzamientos. Los fandoms pueden ser poderosos cuando se lo proponen, y prueba de ello es este peculiar festival donde las orejas puntiagudas verdes y los rugidos pasan de ser algo extravagante a una normalidad entre fanáticos.