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Por Hugo Rocha

Infeliz para siempre con el cine mexicano si continuamos haciendo películas como esta; Infelices por Siempre es la epítome de lo que está mal con nuestro cine al sentirse como un producto incompleto que parece ser solo una excusa para desviar recursos bajo la excusa de publicidad para grandes empresas nacionales; donde toman un concepto popular y fácil de replicar (sin intenciones de innovar) para tirarlo a la basura.

Infelices para Siempre relata la historia del matrimonio en decadencia de Alfredo (Adrián Uribe) y María José (Consuelo Duval), quienes viajan al hotel en la playa donde festejaron su luna de miel para revivir la flama; quedando atrapados en un loop viviendo el mismo día hasta re-encontrar su verdadero amor. Ugh.

No es la primera vez que se vuelan el concepto de Groundhog Day, muchos lo han hecho y de forma muy disfrutable como Palm Springs, Happy Death Day o Russian Doll. En eso no hay queja; incluso cuando vi el trailer me parecía una buena apuesta para despegarse un poco de la típica romcom por la que tanto es criticado el cine mexicano pero híjole, mano. Más de lo mismo.

La película padece de muchas carencias cinematográficas, demostrando que a ninguno de los realizadores les preocupaba mucho hacer algo interesante o rescatable con esta película: todo se siente muy plástico, falso y vacío. Tanto que cae en lo risible.

Incluso creo que una de las cosas que destacan (de mala manera) de Infelices por Siempre es el abuso del CGI que deja a Marvel muy bien parado. No es broma, tenemos conejos copulando hechos por computadora, así como ratas electrificadas, tormentas de arena, fuegos artificiales y todo lo que no creerías que se necesitaba animar por computadora, está ahí. Y está hecho bajo los estándares de alguien que no le importa su audiencia ni la película misma.

Los dos estelares entregan lo que esperamos de ellos: humor Televisa. Si es el tipo de comedia que disfrutas, adelante. Pero en el caso de que sea el caso contrario, prepárate para una buena dosis de cringe. Los actores de soporte brindan terribles actuaciones que nuevamente dan más argumentos para generalizar el cine mexicano de baja calidad.

De la historia, ni se diga. A pesar de reciclar una trama muy formulaica, falla en la esencia de este tipo de historias, en construir algo por lo que creamos que los personajes cambian para bien; el cambio que sucede en estos se siente de a gratis y no ganado por los personajes, no hay para nada un involucramiento con los personajes: hay suicidios e infidelidades que no tienen ningún peso emocional en la historia. 

En verdad esta experiencia en salas fue insoportable, más que nada porque uno intenta buscar defender el cine nacional, y este tipo de películas vuelven esta tarea en un verdadero reto; ya que simplemente se siente que fue planeado bajo la idea de reciclar una trama con dos actores reconocidos por el pueblo mexicano en la que se pueden vender la mayoría de espacios publicitarios en forma de product placement.

 

Veredicto: