Por Valeria Echeagaray
La música y el diseño gráfico son dos disciplinas diferentes, pero más relacionadas entre sí de lo que parece.
El diseño es el encargado de crear una identidad visual de una canción, un disco, artista e incluso de un género o época musical. Para crear esto se basan en las letras, el artista, género, melodías y estilo. Para los músicos esto permite crear una imagen propia, plasmar en forma visual lo que quieren expresar con sus temas.
Hay muchos temas que se pueden tocar, desde el packaging, diseño de portadas, tipografías, etc:
Desde su lanzamiento hasta 1939, los discos de 78 revoluciones solían ser distribuidos solamente con papel estraza café o gris para protegerlos, con un espacio en el centro que permitía leer los datos de la obra. Alex Steinweiss, director artístico de Columbia Records en ese entonces, dijo: “Me parecía que aquello no era forma de envolver algo tan hermoso como la música. Yo me imaginaba carteles a todo color que se relacionarán con el espíritu de la música que llevaba el disco, en lugar de aquellas bolsas marrones de papel”. Así que, unos años después, con el nacimiento de los discos de 33 revoluciones, él y Columbia Records produjeron el primer LP con un empaque de cartón, el cual contenía ilustraciones y tipografía. Ese fue el principio para las emblemáticas portadas que veremos después.
El jazz fue el género que marcó la importancia del diseño gráfico en la música, incorporó la tipografía, los colores, la fotografía y las ilustraciones, de una forma sumamente creativa e innovadora.
La música pop y rock fueron las que se unieron definitivamente a la imagen que se le daba a la música, convirtiendo esta fusión en una parte muy importante de la cultura popular.
Aquí un pequeño repaso de las portadas más famosas de todos los tiempos:
Sgt. Peppers Lonely Hearts Club Band (1967) – The Beatles
Fue creada por Jann Haworth y Peter Blake, artistas pop que buscaban representar al Sgt. Pepper saliendo de un concierto mientras el público lo buscaba. Es una de las imágenes más importantes de la cultura popular, incluyó a diferentes personas referentes de esos tiempos (e incluso quitaron a algunos personajes polémicos como Gandhi, Hitler y Jesús). También algo que impulsó la popularidad de este diseño fueron las pistas que confirman la supuesta muerte de Paul McCartney.
Elvis Presley (1956) – Elvis Presley
Siendo de las primeras portadas populares de la historia, Elvis Presley incluía una imagen del cantante, en blanco y negro, encuadrada con una tipografía sans serif y colores muy brillantes. La fama de este diseño fue sobre todo por los futuros homenajes (o para muchos “imitaciones”) de esta por parte de The Clash y Siniestro Total.
The Velvet Underground and Nico (1967) – TVU y Nico
Andy Warhol fue el encargado de realizar esta icónica portada de disco. La realizó con serigrafía y tardó más de tres meses. El diseño original de éste no incluía ni el título, ni el nombre de la banda ni de Nico, solamente la imagen y la firma de Warhol, buscando vender por eso su nombre y no por los artistas (que en ese momento eran desconocidos).
Aladdin Sane (1973) – David Bowie
Para muchos esta es la imagen del glam rock. Este es un claro de ejemplo de como una portada de disco puede ser parte del imaginario colectivo, la imagen de Bowie en el centro con el cabello naranja, un fondo blanco, un líquido en la clavícula y un maquillaje de un rayo color rojo, negro y azul.
The Dark Side of the Moon (1973) – Pink Floyd
Storm Thorgerson, fue el autor de la portada. Originalmente su idea era una fotografía de una ola junto a un superhéroe. Dejó esa idea atrás profundizando en algo que había pasado por su cabeza anteriormente: el prisma, los rayos de luz y los colores, dando como resultado lo que conocemos ahora. Este trabajo convirtió a Storm en un diseñador de culto, trabajando con otros artistas.
Abbey Road (1969) – The Beatles
Paul McCartney tuvo la idea de esta imagen, fuera de los EMI Studios la banda posó frente a Iain Macmillan capturando una de las fotografías más famosas de todos los tiempos. Lanzaron uno de los álbumes más famosos de la historia, el último que grabaron y sin ningún texto que indicará el nombre o el artista, ya que no era necesario.
Muchos de estos diseños forman parte del imaginario colectivo, de la cultura popular y de la imagen de los artistas y de la música en general, mostrando la importancia de la fusión de estas dos disciplinas.