Un tesoro sumamente artístico en stop motion.
Por Ángel Mora
El señor Guillermo del Toro es ya todo un ídolo nacional, e inclusive internacional, cuyas producciones, y su característico sello artístico y sombrío, son sinónimo de éxito audiovisual. El pasado 2022 nos regaló dos producciones que sin duda reafirmaron quien es el amo y señor del terror cinematográfico moderno y de las producciones artísticas hechas con pasión y amor. No desprestigiamos a otros genios del cine y la televisión con esta oda a Del Toro, sino que nos enfocamos en recalcar que este cineasta mexicano oriundo de Guadalajara posee un toque mágico para hacer maravillas audiovisuales, algo que es incuestionable.
Su alianza con Netflix traería para la plataforma en 2022 por una parte su “Gabinete de Curiosidades”, una antología de historias diversas con algo en común entre ellas y su presentador y productor: el terror, la cual llegó en octubre para hacer del Halloween pasado uno de los más siniestros dentro del streaming moderno. Por otra parte, Guillermo Del Toro traería para nosotros otra joya llena de trabajo artístico y dedicación en su elaboración, destinada a hacer de nuestras festividades decembrinas unas inolvidables y nostálgicas. Del Toro traería para nosotros su adaptación del clásico literario Pinocho, llena de su mágico toque de fantasía, optando por el trabajo artístico del cine clásico y utilizando una técnica compleja y para él director mismo una de sus favoritas: el Stop Motion.
Otro clásico a su colección
El maestro Del Toro es conocido por ser un referente contemporáneo de la fantasía, la ciencia ficción y el terror, con producciones que hoy ya se catalogan como clásicos del cine moderno por su entrañable trama y personajes, por sus efectos visuales y el uso pasional de prostéticos, maquillaje, vestuario, escenografía y efectos prácticos sumamente artísticos y detallados. El toque de del Toro se traduce en atención al detalle, monstruos y arte más que otra cosa, con exponentes como El Laberinto del Fauno o La Cumbre Escarlata, pasando por Hellboy y Pacific Rim. 2022 significó un año de contribución al mundo del streaming, donde el director tapatio sumaria a su legado con una serie antología de terror, y claro, una película que hoy sigue dando de qué hablar.
Pinocho de Guillermo del Toro es ya un nuevo clásico, tanto por su director, su adaptación del cuento clásico, su extraordinaria labor artística y técnica al utilizar el stop motion como estilo, y claro, por el emotivo mensaje que una historia como esta, que muchos conocíamos por Disney, hoy es reinterpretada por el genio detrás de La Forma del Agua. Si de algo estamos seguros como seguidores de este cineasta es que su trabajo está hecho con pasión, dedicación y que tanto él como los miembros de sus producciones ponen el corazón para contar una historia de manera sublime, y Pinocho no fue la excepción a la regla Del Toro.
Éxito Navideño
A pesar de no tratarse de una película con temática navideña, la fecha de su estreno convirtió a Pinocho en un nuevo clásico y éxito navideño inmediato, dando de qué hablar durante todo un año más de la obra animada cuadro por cuadro que incluso aún sigue cautivando corazones y maravillando audiencias. La adaptación implementa todo lo que podríamos pedir para dichas fechas: un filme animado con técnica stop motion, trayendo a un personaje conocido con una nueva apariencia, historia y una decena de mensajes acordes al espíritu humano que tanto florece durante las navidades. La música no falta en esta producción, ni tampoco la sensación de estar viendo algo elaborado con el más mínimo detalle, siendo sus marionetas y escenarios completas maravillas artísticas del modelado a la altura de grandes como Henry Selick o Wes Anderson.
Las voces prestadas para los diferentes personajes no hacen más que sumar al grueso de talento que envuelve este proyecto liderado por Del Toro, con íconos del cine como Ewan McGregor, Tilda Swinton, Ron Perlman, David Bradley y Cate Blanchet. El encanto de Pinocho es una suma de elementos que la hacen tan mágica y especial de principio a fin, un nuevo clásico de Del Toro que ha atrapado a cientos de miles de personas en todo el mundo, pasando a la historia como un imperdible para los fanáticos del stop motion, del cineasta en cuestión, del diseño de producción, y de como un clásico puede interpretarse haciéndolo más ameno y emotivo sin tener que recurrir a aspectos relacionados con la agenda. Pinocho es lo que el mundo que al fin ve la luz al final de la pandemia necesitaba, y Guillermo lo ha hecho de nuevo, ha salvado el día.