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Por Hugo Rocha

Más de una década después la leyenda del Gato con Botas continua con El Último Deseo, una película que se hospedó en el development hell durante años; anunciándose cuando parecía que no había lugar para el felino español en el interés colectivo, o al menos en el de su redactor; y con gusto puedo confirmar que a este gato aún le quedan vidas para contar sus aventuras.

El Último Deseo presenta al Gato con Botas acompañado de Kitty Patitas Suaves y Perrito, un nuevo acompañante; en medio de una aventura que podría ser la última del icónico personaje de Antonio Banderas. En la que atraviesan el Bosque Oscuro en busca de una estrella capaz de cumplir cualquier deseo, una carrera en contra de una serie de nuevos antagonistas en busca del mismo objetivo quienes son sacados de los cuentos de hadas: el Gran Jack Horner y Ricitos de Oro junto a los tres Osos.

El Gato con Botas busca desesperadamente esta estrella para recuperar sus nueve vidas, después de ser perseguido por la misma Muerte al darse cuenta que ha perdido descuidadamente ocho de sus vidas a lo largo de toda sus aventuras; enfrentándose por primera vez a algo con lo que el valiente felino nunca había vivido: el miedo a su propia finitud.

Uno de los principales aspectos a resaltar es que la película es un deleite visual al presentar una animación estilizada mucho más expresiva que las entregas anteriores de Shrek, El Gato con Botas y el resto de las películas a las que DreamWorks nos tenía acostumbrados, y esto no solo por el avance tecnológico en el campo de la animación, sino la elección de un estilo claramente inspirado en Spider-Man: Into the Spider-Verse, el anime y el cómic; entregando una película que aprovecha la estilización de su animación para lograr emocionantes secuencias de acción para un cuento de hadas moderno a través de sus transiciones y puestas de cámara vertiginosas.

Pero el guion que embelesa esta animación es lo que más vale la pena del Último Deseo, al entregar una historia que como tu ogro favorito, tiene muchas capas; cautivando tanto a niños y adultos, a través de una aventura emocionante, divertida y emotiva; esto último gracias al gran desarrollo de sus personajes principales.

El Gato con Botas al igual que Logan, es un héroe que se creía indestructible quien ahora es vulnerable al enfrentarse a la realización de su inminente muerte, mostrando al gato detrás de la leyenda, un ser lastimado que afronta una realidad en la que ya no tiene cabida al darse cuenta que no puede ser el mismo aventurero gallardo. Humanizando a este personaje al ponerlo en situaciones parecidas a las que experimentaríamos al enfrentar la vejez en un asilo o en salas de hospital al vivir con una enfermedad terminal, esto digerido para los más pequeños en forma de un refugio para gatos.

Si esto no fuera suficiente para empatizar con el personaje, la relación de Gato con la Muerte encarnada en forma de lobo juega un papel muy importante; ya que esta se convierte inmediatamente en una presencia oscura y amenazante a través de un silbido que funciona como motif; creando tensión cada vez que el Lobo hace presencia en la pantalla, poniéndonos los pelos de punta como literalmente sucede con el protagonista y haciéndonos sentir en carne propia los ataques de ansiedad que experimenta el Gato al darse cuenta de su impotencia ante el antagonista; eficientemente plasmados a través del recurso de un dolly zoom, otra muestra de cómo la animación no deja de ser seguir los principios de la cinefotografía.

Y sí, realmente esta película sirve como introducción para los pequeñines de los ataques nerviosos que padecerán más adelante en su vida; una amena presentación que recordarán y sabrán como tratar, gracias a su amigo el Gato con Botas. Bien ahí, DreamWorks.

Pero regresando a lo que funciona en la película: sus personajes. Otro detalle que a título personal me parece acertado es el papel de los personajes de soporte, quienes le otorgan más capas y profundidad a esta historia: Jack Horner y la familia criminal de los Tres Osos. Y si para este punto de la reseña creen que solo soy un mamador buscándole significados profundos a una película familiar de un gato que habla, esperen porque hay más con estos personajes.

Uno de los temas principales de esta película es el deseo y el dolor que nos causa la insatisfacción, tal como plantearía Schopenhauer. Es por eso que todos los personajes van en busca de este último deseo: el Gato con Botas va en busca de recuperar sus nueve vidas, Ricitos de Oro en busca de algo de lo que cree que ha carecido desde que lee cuentos de hadas; y Jack Horner, un hombre que tiene todo, va en busca de algo para sentirse completo por fin. El Gato con Botas – El Último Deseo nos presenta esta relación del deseo/insatisfacción desde tres puntos de vista distintos que le dan profundidad muy interesante a la película.

Pero ya, ya. No solo soy un adulto deprimido buscando mis propios miedos en esta película, si van a verla con sus hijos, también se van a pasar un rato muy divertido, algo a lo que ya nos tenía acostumbrados el universo de Shrek; continúan con la sátira de cuentos de hadas y con gags humorísticos muy ingeniosos, a los cuales niños y adultos pueden darle lecturas muy diferentes, pero garantizando risas para toda la familia. La integración del personaje de Perrito y su alianza con Gato y Kitty, logra muchos de los momentos más graciosos (y adorables) de la película.

Y es por eso que esta película funciona de muy buena forma, logra un balance entre lo emotivo y lo divertido, además de acompañar de grandes secuencias de acción, convirtiéndola en (probablemente) mi animación favorita del 2022.

Los únicos detalles que mencionaría que no me encantaron de la película, suceden en el tercer acto, la resolución de algunos plotlines podrían ser muy predecibles, pero vamos, sigue siendo una película que busca complacer primordialmente al público infantil, dejando un buen sabor de boca y algo que aprender de esta historia, tal como lo haría una fábula.

Sin duda, la contienda a mejor película animada en esta temporada de premios se dará entre Pinocho de Guillermo del Toro y El Gato con Botas – El Último Deseo, cosa que adelantando un poco, predeciré que será una carrera reñida, con el niño de madera ganando algunas estatuillas y el gato parlante otras. Sin embargo, lo importante más allá de los galardones, es que ambas seguramente se quedarán en la memoria y corazones de los asistentes.

Veredicto: