Por Andrea Hernández
En los últimos años, la famosa casa de diseño “Balenciaga” se ha posicionado en el mundo de la moda por publicidad polémica, tener a grandes influencias como imagen de la marca (recordemos a Kanye West y Kim Kardashian en el MET gala 2021 completamente cubiertos de pies a cabeza) y diseños fuera de lo común como pueden ser los crocs con tacón o tenis que parecen literalmente sacados de la basura. Y nos guste o no todo lo anterior, debemos reconocer que todos estos momentos se han hecho virales y han aparecido al menos una vez en nuestros feeds de Facebook, Instagram o Tiktok y que independientemente que sea de manera de burla o no, ha posicionado el nombre de Balenciaga entre las marcas de lujo.
Con este crecimiento exponencial, comenzaron a venderse bastantes diseños de bolsas, lentes, zapatos y ropa de esta marca, ¿pero cuál es la razón por la que sus mismos consumidores están tirando a la basura estos artículos?
En Noviembre de este mismo año, Balenciaga sacó una campaña en colaboración con Adidas con temática de despacho de abogados, en donde en una de sus fotografías de uno de sus diseños estrella (el bolso Hour Glass) hay distintas hojas en blanco regadas y solo una tiene texto en ella, siendo el fragmento de la ley Ashcroft en la que se habla de libertad de expresión al momento de grabar escenas que tienen que ver con fantasías pedófilas siempre y cuando las escenas no fueran explícitas y los actores fueran mayores de edad con “baby face”. Esto no se destapa hasta que semanas después, nuevamente Balenciaga lanzó una campaña de artículos para el hogar e interiorismo en el que se encuentran esculturas, decoraciones, lámparas, copas, etcétera.
Para esta campaña l se quería recrear la idea del fotógrafo Gabriele Galimberti, en donde retrata a niños con sus juguetes más preciados, por lo que se utilizaron a niños modelos para aparecer con los artículos más preciados de Balenciaga Home, el problema fue que dichos artículos no eran para niños y además en algunas fotos estos llevaban un bolso en forma de oso vestido con elementos bondage. Esto desató una polémica en la que se criticaba fuertemente la campaña con niños y el uso de los documentos de la ley Ashcroft, en donde usuarios de internet comenzaron a hablar de teorías o de rumores de esta marca ligada a una red de pedofilia. Balenciaga sacó un comunicado a las pocas horas ofreciendo una disculpa pública y haciendo énfasis en que no se había autorizado que se usara el documento de la polémica ley ni el bolso del oso con ropa bongade para esta sesión de Balenciaga Home, sin embargo el poco tiempo de respuesta para sacar el comunicado y el hecho de que todo un equipo de publicidad detrás de la marca no se hubiera dado cuenta de este error al momento de tomar las fotografías, editarlas, presentarlas, autorizarlas y posteriormente publicarlas en redes sociales hacen pensar al público seguidor (y no seguidor) de esta casa de diseño que que sí hay algo turbio detrás de esta campaña y de la marca en general, llevando a sus mismos clientes a tirar bolsas de más de 50 mil pesos a la basura.
Independientemente de que los rumores sean ciertos o no, lo que es un hecho es que para una marca como Balenciaga la polémica ha estado presente desde hace varios años y ya forma parte de su publicidad, sin embargo un escándalo en el que ya se está ligando a toda una compañía con algo de tal gravedad podría traer pérdidas millonarias.
Quizá nunca podremos saber las verdaderas intenciones detrás de esta compañía pero sí podemos tener el aprendizaje de que no siempre será bueno colgarse de un tema polémico para una campaña publicitaria y que el dicho de “no hay publicidad mala” no aplica en todos los casos, porque sí, el nombre de la marca sigue sonando después de semanas gracias a esta campaña pero no cabe duda que siempre estará manchada y llena de teorías conspirativas sobre si Balenciaga está o no ligada a una red tan terrible.