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Por Hugo Rocha

¿Te pesa esperar unos tres o cuatro años por una película? Es un sentimiento común que muchos de nosotros pasamos cuando anuncian las pizarras de cada fase nueva en cualquier universo cinematográfico de superhéroes. Pero, ¿te creerías capaz de esperar un siglo para el estreno de una película? Esta no es una situación hipotética, es una realidad.

100 Years es una película de ciencia ficción dirigida por Robert Rodríguez y escrita por el actor (y protagonista de la misma cinta) John Malkovich, la cual se estrenará el 18 de noviembre de 2115. Así es, como leíste. 2115.

Esta película comenzó a rodarse en 2015 por Rodríguez, el director de conocidas películas como Sin City, Machete y la saga de Spy Kids. Siendo estelarizada por John Malkovich, Shuya Chang y Marko Zaror. ¿Y qué más sabemos de 100 Years? No mucho en realidad.

Adicional a esto, se sabe que la película contará con una canción compuesta por Pharrell Williams y que es fotografiada por el chileno Claudio Miranda, quién en años recientes se ha hecho cargo del aspecto visual de importantes películas como Top Gun: Maverick, Life of Pi y The Curious Case of Benjamin Button.

¿Y la trama? ¿De qué trata esta anticipada película? Me encantaría saberlo también, pero lo único que se conoce es que es una historia de ciencia ficción. En 2015 cuando se anunció esta película, se presentaron tres teaser trailers que mostraban tres distintas visiones de lo que será el 2115: una realidad distópica con una Tierra en ruinas, otra con la posibilidades de una avanzada urbanización tecnológica y por último, otra donde los cyborgs han logrado controlar la Tierra.  ¿Más o menos de esto tratará la película? Me encantaría poder asegurarlo, pero estaría mintiendo.

¿Y cuál es el punto de estrenarse a los 100 años de su filmación? Si te soy honesto y desde un punto de vista muy personal, diría que simplemente por mera pretensión, además de favorecer de expectativa y misterio a un producto que seguramente ninguno de nosotros veremos. Incluso ese es su tagline: the movie you will never see.

Esta es una estrategia de marketing que realmente solo funcionará para generar interés en la imagen de sus realizadores y su patrocinador principal, porque claro, una empresa debía estar detrás de esta producción.

Louis XIII Cognac fue quien hizo mancuerna junto a Rodríguez, bajo la premisa de crear una película inspirada en el siglo que toma hacer una botella de Louis XIII. La única copia del filme está dentro de una caja fuerte especial de máxima seguridad que se abrirá automáticamente el día de su estreno, dentro de 93 años; acompañada de una botella de Louis XIII.

La caja fuerte con la película se presentó durante el festival de Cannes de 2016, para después ser regresada a la ciudad de Cognac en Francia y esperar solitariamente sin cumplir su principal propósito: ser vista.

Los boletos para el estreno de esta película ya circulan entre un grupo exclusivo de personas, los cuales podrán ser heredados a su vástagos. Es muy probable que las personas que terminen viendo esta película aún no hayan nacido.

Hay muchas preguntas que circulan en mi cabeza sobre esta película y esta estrategia de promoción y exhibición, las cuales creo que presentan muchos temas a reflexionar.

Primero que nada, es irónico el hecho de que un cineasta como Rodríguez, siendo una de las figuras más importantes del cine independiente al haber alcanzado el éxito en Hollywood, haya partido de hacer películas con la intención de ser disfrutadas por todo mundo a realizar una película que sólo la élite nonata podrá presenciar. Pasó de ser un rebelde sin crew a un realizador para snobs.

Segundo; pensar en cómo hemos llegado al punto de crear una necesidad de exclusividad en todos los sentidos comerciales, ahora llegando al cine. ¿Estamos haciendo bien en crear cosas que fallan en cumplir su finalidad práctica? ¿por qué hacer y vender algo que nunca vamos a ver?

Y por último (y más importante), donde me gustaría conocer tu opinión: ¿crees que este tipo de estrategias son funcionales? En un mundo donde nuestro interés es tan efímero como un trend en Twitter o Tik Tok, ¿nos seguirá interesando el misticismo de esta película dentro de 100 años? A nota personal, me gustaría pensar en que lo que vivimos y como vemos el mundo en este momento pueda extender su fecha de caducidad, pero con mucha seguridad en equivocarme, sólo puedo decir que el tiempo nos lo dirá.