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Por Gianfranco Cortese

Los relojes inteligentes o “smartwatches” han ido agarrando popularidad desde hace ya unos años, distintas marcas van perfeccionando sus diseños y funciones con el pasar del tiempo, lo cual beneficia que las tecnologías sean cada vez más funcionales por un espacio más reducido. Gracias a esto los smartwatches suelen hacer más de lo que pensamos pero esto nos beneficia como usuarios en el apartado de salud.

Gracias a que los sensores dentro de estos dispositivos se vuelven más compactos y más eficientes hemos podido obtener sensores de oxígeno en la sangre, gps precisos sin necesidad de recurrir al smartphone, sensores para el estrés, electrocardiogramas (ECG) y más.

Con todo el conjunto de sensores que entran en estos aparatos que se han vuelto un indispensable en la vida de algunas personas, permiten llevar un mejor control de nuestra salud, pues nos brindan la información necesaria para saber que es lo que esta pasando dentro de nuestro cuerpo. Hay que tener en consideración que por ningún motivo esto sustituye estudios con especialistas, los smartwatches siguen siendo considerados un acompañamiento o un método para monitorear más no para diagnosticar precisamente.

Esto se debe a que la mayoría lleva un sistema operativo (watchOS, wearOS, Tizen,etc) el cual en base al uso que se le da por usuario va creando algoritmos que dan reportes de lo que pasa con tu cuerpo y de ahi te puede recomendar que ejercicios hacer, que consejos de salud poder tomar y demás para poder llevar toda esta información de la mano con el debido acompañamiento de un profesional.

Han salido varios casos en los cuales el hacer uso de este dispositivo y sus “alertas de emergencias” en caso de que los sensores detecten alguna caída fuerte o signos de que la persona no está consciente, en automático activan su modo S.O.S para que las autoridades más cercanas puedan acudir en la ayuda, presentándose casos como paros cardiacos, personas que quedan varadas en mar abierto, que caen de un risco mientras andaban en bicicleta y demás. Gracias a esto los paramédicos han dicho que se ha tenido buen timing entre que el dispositivo detecta el incidente y llama, salvándoles la vida.

Y con el paso del tiempo se espera que lleguen sensores de temperatura corporal, de glucosa en la sangre y muchos más avances tecnológicos, aportando un mejor cuidado de salud para personas que lo requieran haciendo que ya no sea un lujo, sino una inversión en la salud y bienestar en sus vidas.