La exploración del espacio hoy cuenta con un ojo de sorprendente alcance y resolución.
Por Miguel Garfias
El universo está repleto de misterios que la mente humana anhela por descifrar algún día, observando su inmensa magnitud todos los días en búsqueda de respuestas que la tecnología de la actualidad no hace más que potenciar el alcance de la sed de conocimiento espacial del ser humano. El siglo XX significó un avance realmente increíble en esta carrera por conquistar el espacio, al menos el inmediato que comprende nuestro sistema solar, pero que sentó las bases para lo que el nuevo milenio representaría en esta cruzada por comprender mejor el espacio fuera de nuestra órbita.
Satélites, estaciones espaciales, sondas y telescopios, toda clase de invenciones altamente tecnológicos hoy orbitan fuera de nuestro planeta buscando comprender mejor lo que existe en la inmensidad del espacio, recopilando información que nos acerca a entender un poco más de donde vino todo, que hay allá afuera, y hacia dónde vamos como universo y especie, por lo que todos los días surgen nuevas herramientas de investigación espacial que nos acercan cada vez más a estas respuestas repletas de misterio.
Y este 2022 no se queda atrás con las sorpresas que la investigación espacial trae para nosotros puesto que hoy más que nunca nuestra visión del universo ha adquirido un mayor rango de alcance y definición gracias al nuevo telescopio james Webb, una maravilla de observación espacial desarrollada principalmente por la NASA en conjunto con la Agencia Espacial canadiense y la Agencia Espacial Europea, el cual buscará sustituir a los telescopios Hubble y Spitzer en la tarea de buscar en los más recónditos confines de la galaxia.
Buscando respuestas
Las grandes incógnitas del ser humano acerca del universo pueden resumirse en tres preguntas base que sustentan la exploración espacial del siglo XX y XXI: cómo se originó el universo, cómo evoluciona el espacio y sus galaxias, y por supuesto, la gran incógnita sobre la existencia de vida más allá de nuestro planeta y sistema solar. Pues básicamente, estos tres grandes misterios son los que han dado origen al desarrollo del actual mayor telescopio de observación espacial jamás construido, mismo que hoy supera a su predecesor el telescopio Hubble mediante un mayor rango de alcance y definición, actualizaciones tecnológicas necesarias para entender un poco más lo que su lente de gran potencia es capaz de capturar.
Su Misión
Además de actualizar los artefactos de observación espacial que orbitan en nuestro sistema solar, el telescopio James Webb posee la misión de dar respuesta, o al menos contribuir en la recolección de información para estas, de 4 objetivos principales:
-Encontrar la luz de las primeras estrellas y galaxias que se formaron tras el origen del universo.
-Estudiar la formación y evolución de las galaxias.
-Comprender la formación de las estrellas y sistemas solares.
-Estudiar los sistemas planetarios y los orígenes de la vida.
Siguiendo el conocimiento de la velocidad a la que viaja la luz, la realidad del espacio es que lo que observamos, ya sea desde la tierra o desde el nuevo telescopio James Webb, son luces que llevan viajando cientos de miles de kilómetros por el vacío del universo hasta llegar a nosotros. En este contexto, al mirar el cielo nocturno, la luz de las estrellas observadas es la apariencia de dichas estrellas haces millones de años, por lo cual, lo que sea capaz de observar el telescopio James Webb será ña apariencía del universo millones de años atras, dando la oportunidad de conocer los origenes de las estrellas, galaxias, agujeros negros y nebulosas observando su apariencia antigua.
Primeras imágenes, toda una maravilla
El proyecto del JWST comenzó su desarrollo en 1997, teniendo a lo largo de los años actualizaciones y retrasos hasta que finalmente fue puesto en órbita en diciembre del 2021. Recorriendo una distancia considerable desde su exitoso lanzamiento al espacio, el telescopio James Webb ha enviado las primeras imágenes de sus observaciones del espacio profundo, las cuales han resultado ser una maravilla no solo para los científicos y expertos del estudio del universo, sino para el mundo entero.
solo 6 imágenes bastarían para sorprender al mundo con el alcance y nitidez que el telescopio James Webb es capaz de lograr, ofreciendo una mirada a las cientos de galaxias existentes en el espacio profundo, una nueva apariencia del conocido Quinteto de Stephan, la Nebulosa de Carina, la Nebulosa del Anillo Sur, y una tabla que demuestra la existencia de agua en el exoplaneta WASP-96b. Estos primeros hallazgos y capturas innovan la observación galáctica de manera indescriptible, ofreciendo una vista impresionante del espacio nunca antes percibida con tanta nitidez, un regalo de la innovación tecnológica que nosotros los mortales desconocedores de la ciencia astronómica apreciamos profundamente. Basta con observar las imágenes para derramar incluso una lágrima y sentir el poder del inmenso universo más allá de nuestro planeta. Y la tarea del telescopio James Webb apenas ha comenzado.