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Por Hugo Rocha

Este año me prometí apoyar al cine mexicano, la meta es ver todo lo que pueda de este para poder entender qué narrativas estamos ofreciendo al público; así como por echarle el ojo a nuevos talentos en la industria con el interés de un realizador mexicano en proceso. Y así fue como me topé con Maquíllame Otra Vez. ¿Este es un acierto o más de lo mismo?

Maquíllame Otra Vez cuenta la historia de Ana (Paulina Gaitán) y Rita (Regina Blandón), un par de maquillistas al borde de la bancarrota que son invitadas por Alexandra (Ilse Salas), una vieja amiga de Ana, para trabajar en bodas lujosas. La relación entre ambas se complica cuando el pasado y las aspiraciones de Alexandra se interponen en su trabajo.

De entrada, diré que esta película resultó ser una experiencia un tanto extraña, ya que en su duración de casi hora y media, sentí que no me contaron gran cosa. Siendo hasta cierto punto, más de lo mismo que hemos visto, pero donde se percibían las intenciones de contar una historia de forma diferente, cosa que nunca termina concretandose.

Quiero destacar el trabajo fotográfico y el diseño de producción de la película, que se siente cuidado y hecho de forma premeditada, algo que me gustaría ver en más producciones nacionales. Podemos decir que va ad hoc con el concepto de la película, ya que maquilla las carencias sustanciales de la historia.

Las actrices lo hacen bien, trabajan con lo mejor que pueden, donde destaco la participación de Paulina Gaitán. Y que en conjunto entregan uno que otro momento divertido, más no los suficientes para poder hacer que la película se destaque como una comedia inolvidable.

La historia es guiada por la narración del personaje de Regina Blandón, que en un inicio resulta interesante pero termina siendo un recurso que se vuelve cansado, incluso diría que en momentos le da una tonalidad más dramática a la película haciendo que estos momentos donde la narración es acompañada por close ups de las protagonistas mirando directo a la cámara se sientan como parte de otra historia.

El guion intenta contar una historia sobre sororidad, las diferencias de clases y el por qué nos maquillamos ante los demás; pero a todo esto le hace falta cohesión para que resulte efectivo, muchos momentos donde hay traiciones entre personajes terminan sintiéndose inconsecuentes.

Hay elementos formales que aprecio mucho de esta película, y que resalto que es algo que me gustaría ver rodeando a una historia más sustancial; pero al menos con esta película que vi en una sala completamente vacía (cosa que también entristece mucho), sentí que entré y salí exactamente como la misma persona. Ahora que escribo esta reseña, se me complica un poco poder recordar más e identificar bien cual fue la historia que quisieron contarme, sé que por ahí están esparcidas ideas temáticas que podrían explorarse de una forma más interesante y divertida, pero a fin de año creo que no recordaré mi experiencia en aquella sala.

Veredicto: