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Una película que promete volver a revolucionar el cine moderno. 

 

Por Ángel Mora

Los efectos visuales en la industria cinematográfica están en constante transformación, innovando cada tanto con la próxima gran revolución audiovisual que cambiará para siempre la forma de concebir efectos para cine y televisión. En la actualidad existen muchas formas de generar VFX en el mundo del cine, haciendo posible la representación de escenarios, escenas de acción, personajes completamente generados por computadora y mucho más, elementos que de otra manera serían excesivamente caros de lograr o prácticamente imposibles. Por ello, los efectos visuales representan una parte importante para las producciones contemporáneas, determinantes en el éxito del proyecto en todos los aspectos, especialmente en el ámbito comercial.

Los blockbusters del nuevo milenio deben mucho de su triunfo taquillero a sus VFX, siendo algunos de sus exponentes más contemporáneos las franquicias como Star Wars o el MCU de Marvel Studios, quienes no escatiman en explotar estos recursos visuales para lograr representar escenarios, mundos, personajes y escenas de gran dinamismo en la gran pantalla. A pesar de que hoy se vive una “crisis” respecto a los malos efectos visuales debido a la sobre explotaciones de los artistas VFX y los deadlines imposibles que los estudios demandan, estos siguen siendo uno de los recursos más importantes dentro de las mega producciones modernas donde los superhéroes y la acción son sinónimo de ganancias millonarias.

Pero antes de todo esto, hubo un filme que marcó un antes y un después en la historia de los VFX y de la industria cinematográfica misma, una película con más de una década de minuciosa planeación, escrita y dirigida por uno de los grandes genios del cine contemporáneo que hoy es sinónimo de calidad y éxito taquillero. En 2009, James Cameron traía a las pantallas de todo el mundo su obra maestra, Avatar, la hoy película más taquillera de todos los tiempos, la cual fue pionera en la implementación de los efectos visuales como ninguna otra, representando el 60% de la obra, revolucionando así texturas, tomas, escenarios y captura de movimiento, un legado que esta a punto de ser revolucionado por su secuela y de la mano de su mismo director. Avatar 2: The Way of the Water está a punto de cambiar la historia del cine una vez más. 

James Cameron

El cine de ciencia ficción contemporáneo está representado por el gran Steven Spielberg, el capo de Hollywood cuyo legado habla por sí sólo. Afortunadamente, esta industria no está exenta de contar con otros genios del género, ni mucho menos Spielberg es un aprensivo de esta industria, por lo que está orgulloso de compartir filas con otras grandes mentes del SciFi como George Lucas, y claro, el canadiense James Cameron, quien a pesar de entrar al juego poco después de sus predecesores, hoy es sinónimo del género, contando dentro de su portafolio los clásicos ochenteros como The Terminator, su secuela, y la exitosa secuela de Alien de Ridley Scott, Aliens. Un artista de efectos especiales que pasaría a tomar las riendas con su primer gran filme (Terminator) hoy es considerando uno de los grandes dentro de la industria, pues, además de lograr concebir clásicos del cine contemporáneo, también ostenta el título de director más taquillero de la historia, pues sus obras Titanic y Avatar lideran hoy la lista de películas más taquilleras de la historia, siendo los lugares 3ro y 1ero respectivamente.

Avatar

Concentrándose en su más reciente éxito, a pesar de haber pasado ya 13 años desde su estreno, Avatar representa todo un hito en la historia del cine contemporáneo en muchos aspectos, destacando su contribución en el desarrollo e innovación de los efectos visuales generados por computadora. Por primera vez aparecía en la pantalla una producción con una cantidad de efectos visuales que representan el 60% del filme, los cuales, mostraban una calidad y realismo visual impecable, llevando a dudar de su carácter computarizado debido al nivel puesto en su diseño. 

Y cómo no habría sido necesario recurrir a innovar y revolucionar los VFX para lograr concebir un mundo tan vasto y con toda una identidad y naturaleza propia como lo es la luna Pandora si algo así sería imposible de desarrollar en pantalla de otra forma. James Cameron habría planeado su obra maestra poco después del estreno de Titanic, postergando su producción pues consideraba que la tecnología cinematográfica de ese momento aún no era suficiente para lograr concebir una historia tan temeraria como Avatar. Su paciencia y visión llevarían a revolucionar los efectos visuales para siempre cuando por fin logró filmar su Magnum opus, una película que desarrollaría el CGI y los VFX como ninguna otra hasta entonces, visualmente impresionante y dinámica, marcando un antes y un después en el género de la ciencia ficción y colocándolo como uno de los grandes genios del cine del nuevo milenio. 

The Way of water

Poco más de una década después de este acontecimiento cinematográfico, y tras una década de planeación, Cameron regresa a la gran pantalla con la esperada secuela de Avatar, Avatar: The way of Water, la cual, al igual que lo haría su predecesora en 2009, anticipa cambiar de nuevo la historia del cine y los VFX, dando un salto que según expertos aseguran las audiencias no están listas para ello. La secuela que continúa la historia de Cameron iniciada en 2009 y que plantea una nueva saga cinematográfica, está dispuesta a innovar los VFX una vez más este diciembre, lista para cerrar el año con un triunfo para el cine de calidad.

Con una duración de 3 horas y 10 minutos, Avatar 2 llegará a la sala de cines en México el 16 de diciembre de este año, expandiendo la historia de Pandora y sus clanes, su flora y fauna de impresionante aspecto mediante los efectos visuales más innovadores hasta el momento, recreando elementos naturales como el agua, gran protagonista de la película, de una forma nunca vista, llevando de nueva cuenta a dudar si lo que veremos en pantalla son VFX o realmente fue filmado en acción real. Sin duda Cameron lo volverá a hacer esta década que inicia, renovando Pandora y sus personajes, criaturas y escenarios para una franquicia que ya tiene a miles esperando su estreno, que, en vísperas del acontecimiento, han reestrenado la primera parte, recuperando así el puesto de la película más taquillera de historia anteriormente arrebatado por Avengers, Endgame en 2019. James Cameron, sin duda, hará historia una vez más.