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Nuevo modernismo digital

Una figura clave en la historia del diseño gráfico, una visionaria que rompió moldes y transformó la manera en la que concebimos la comunicación visual. Con una carrera que despegó en la década de los 70, Greiman adoptó las herramientas digitales desde sus inicios, convirtiéndose en una de las primeras diseñadoras en integrar computadoras en su proceso creativo. Su trabajo no solo redefinió el diseño gráfico, sino que también ayudó a cimentar las bases de lo que conocemos hoy como diseño digital.

Como representante del estilo conocido como “Nuevo Modernismo”, Greiman combinó principios del diseño suizo con un enfoque experimental que abrazaba la tecnología y la tridimensionalidad. Esta fusión entre tradición y vanguardia, junto con su innovador uso de las primeras Macintosh, la convirtió en una pionera que abrió el camino para las generaciones de diseñadores que hoy en día trabajan en medios digitales.

De NY al corazón del diseño suizo

Nacida en Nueva York en 1948, April Greiman inició su formación artística en el Kansas City Art Institute antes de viajar a Suiza para estudiar en la prestigiosa Kunstgewerbeschule Basel (Escuela de Artes Aplicadas de Basilea). Allí, fue alumna de diseñadores de renombre como Armin Hofmann y Wolfgang Weingart, quienes influyeron profundamente en su enfoque hacia el diseño.

Sin embargo, a pesar de absorber las bases del diseño suizo, Greiman no se limitó a seguir las reglas establecidas. Tras regresar a Estados Unidos, se trasladó a Los Ángeles, donde encontró un ambiente más propicio para la experimentación. En la efervescente escena artística californiana, Greiman comenzó a desafiar las convenciones de la tipografía limpia y la organización rígida del diseño modernista, introduciendo una estética más dinámica, tridimensional y cargada de color.

Nuevo modernismo

Uno de los mayores legados de April Greiman fue su contribución al desarrollo del Nuevo Modernismo, un estilo que mezclaba los principios del diseño suizo con elementos de experimentación y tecnología. En un momento en que muchos diseñadores desconfiaban del potencial creativo de las computadoras, Greiman fue una de las primeras en adoptar las herramientas digitales como parte fundamental de su proceso.

Su obra más icónica, el diseño de una edición especial de Design Quarterly en 1986, es un claro ejemplo de su visión vanguardista. El proyecto, titulado Does it make sense?, consistió en un póster desplegable a gran escala que mostraba una imagen digitalizada de su cuerpo, combinada con elementos gráficos y tipográficos. Este trabajo no solo destacó por su uso temprano de la tecnología digital, sino también por su enfoque conceptual y personal, que desafiaba las normas del diseño de la época.

Greiman también fue una de las primeras en explorar el potencial tridimensional del diseño gráfico, utilizando efectos como sombras, superposiciones y perspectivas para crear composiciones que parecían saltar de la página. Su capacidad para combinar tecnología y creatividad marcó un antes y un después en la manera de concebir el diseño gráfico.

Innovadora. Empresaria. Educadora

Además de su trabajo como diseñadora, Greiman ha tenido un impacto significativo como empresaria y educadora. Fundó su propio estudio, Made in Space, en Los Ángeles, donde trabajó en proyectos que iban desde diseño editorial hasta identidad de marca y diseño ambiental. Su estudio se convirtió en un laboratorio de experimentación que inspiró a muchos diseñadores emergentes.

Como educadora, April Greiman ha sido una defensora del pensamiento interdisciplinario, alentando a los diseñadores a explorar la intersección entre tecnología, arte y diseño. Su influencia se ha extendido a través de conferencias, exposiciones y publicaciones, en las que ha compartido su visión sobre el papel del diseño en un mundo en constante cambio.

El legado de April Greiman va más allá de sus logros individuales; su trabajo marcó el inicio de una nueva era en el diseño gráfico, en la que la tecnología se convirtió en una herramienta creativa indispensable. Al abrazar lo digital cuando otros lo rechazaban, Greiman demostró que el diseño no debe temer al cambio, sino adaptarse y evolucionar con él.

Hoy en día, su influencia es palpable en todos los aspectos del diseño gráfico y digital. Desde interfaces de usuario hasta identidades de marca, los principios de experimentación y fusión de estilos que Greiman promovió siguen siendo fundamentales. Su trabajo nos recuerda que el diseño es una disciplina viva, capaz de reinventarse y sorprendernos continuamente.