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El éxito de la animación en la publicidad navideña. 

 

La refresquera más grande y exitosa de todos los tiempos, Coca-Cola, por si a alguien aun no le queda claro, no tiene ningún problema a la hora de crear su próxima gran estrategia publicitaria a gran escala. Si bien, podríamos decir que a esta refresquera no le hace falta publicitarse más en lo que resta de su existencia, no está de más para ellos seguir renovándose y reiterar su dominio del campo publicitario, con campañas que innovan y maravillan tanto a sus competidores como a sus principales consumidores.

Y aunque esta bebida esté tan arraigada a nuestras vidas y nuestro consumo, saber de su próxima campaña publicitaria sigue generando expectativas altas, sobre todo cuando se trata de una de las temporadas más importantes para todo tipo de comercialización: la navidad. Y como los expertos que son, han demostrado dominar también las temáticas navideñas, logrando incluso relacionar estas festividades con su bebida de Cola, siendo su más famoso promotor el propio Papa Noel y su renovado traje rojo acorde a la marca refresquera.

Pero Coca-Cola no se quedó ahí asegurando su éxito navideño, sino que en los noventa se reinventó mediante la animación para generar otro nuevo icono de publicidad navideña, uno que, a 30 años de su creación, la sociedad está más que familiarizada con estas criaturas polares amantes del refresco. Nos referimos a los Osos Polares de Coca-Cola, animaciones que hoy han sido replicadas en más de una ocasión, actualizándose cada año con mejores gráficos y siendo explotados en toda clase de coleccionables navideños para el hogar. Conozcamos el origen de una de las más exitosas campañas publicitarias navideñas de The Coca-Cola Company. 

Coca-Cola y la navidad

El éxito publicitario de Coca-Cola es tal que hoy en día, acercándose las fechas de fin de año, asociamos todo tipo de festividad decembrina con el refresco más consumido del planeta. Ya sea por su alto consumo en festividades, sus colores que de alguna forma se relacionan a los propios de la navidad y las celebraciones decembrinas, o simplemente por una exitosa serie de campañas publicitarias de alto impacto visual relacionado a la navidad, Coca-Cola hoy es la reina de la publicidad navideña en todos sus formatos, destacando en un inicio, la publicidad ilustrada tradicional, donde conoceríamos por primera vez a su principal promotor decembrino, Papa Noel, en una serie de ilustraciones, carteles y hasta animaciones contemporáneas donde vemos al anciano bonachón llevar la navidad a todo el mundo, acompañado claro está de su traje con los colores corporativos y por supuesto, una coca cola de vidrio.

Por ello, podemos decir que la relación Coca-Navidad no es una casualidad dejada al tiempo, sino una constante de años de campañas planificadas de excelente publicidad enfocada a relacionar ambos conceptos que por sí solos nadie habría logrado ligar. Hoy, la navidad y el refresco de cola negro van de la mano reforzados cada año con una nueva campaña, nuevos artículos conmemorativos, nuevo etiquetado, etc. 

Northern Lights

Si bien nos queda claro que Papá Noel es el promotor navideño de Coca-Cola por excelencia, a principios de los noventa surgieron nuevos personajes animados que hoy son todos unos iconos de este tipo de festividades para los consumidores. Ante la necesidad de renovar la marca de cara al nuevo milenio mediante su publicidad invernal, Coca-Cola busco una campaña que reinventara el concepto a nuevas generaciones en nuevos medios de comunicación. Para ello, Ken Stewart fue elegido como responsable de generar la nueva idea para dicha campaña. 

En 1992 ocurre el nacimiento de una idea casi predestinada a ser un cuento de navidad. Stewart encontró la inspiración que necesitaba para idear una campaña animada en su mascota, un perro labrador cuyo parecido a un oso polar le otorgó la chispa necesaria para concebir un comercial de 30 segundos completamente animado por el estudio Rhythm & Hues, en el cual, veríamos por primera vez a los famosos Osos Polares de Coca-Cola admirando el cielo nocturno en el Polo Norte disfrutando de una Coca de vidrio.

El comercial, proyectado por primera vez en febrero de 1993 durante la emisión de la entrega de premios de la Academia, se convirtió en un éxito rotundo, tanto por el concepto místico y tierno, la calidad de la animación, la impresionante forma de relacionar y reforzar aún más el consumo de Coca-Cola en épocas invernales a pesar del frío de la temporada. 

Peludos íconos navideños

El éxito del comercial pasaría a ser replicado en los años venideros con nuevos comerciales animados, mostrando en cada actualización un avance evidente en los gráficos y texturas, mostrando nuevos personajes como focas y al propio Papá Noel, convirtiéndose así en nuevos íconos navideños que hoy relacionamos a las fechas en cualquier parte del mundo. Nadie cuestiona el hecho de porque Osos Polares consumiría coca en el gélido Polo Norte, sino que aceptamos la ternura, la calidez de estos personajes, y hoy los podemos ver no solo en comerciales televisivos y de internet, sino en cualquier articulo publicitario, merchandising y coleccionables anuales para el hogar, donde los Osos navideños de la Coca-Cola no pueden faltar en la decoración.

Los osos polares pasaron de un concepto temerario a una tierna forma de manifestar el consumo de la bebida gaseosa y celebrar la navidad, un recuerdo que para muchos (los más viejos) puede resultarnos nostálgico, pero que sin duda demuestra la habilidad publicitaria de los expertos que trabajan en la compañía y reafirman el dominio de su mercado y de comercialización por parte del gigante refresquero, no importa temporada ni lugar del planeta. Coca-Cola y la navidad hoy coexisten gracias al ingenio publicitario bien aplicado.