Actualización de marca necesaria, pero muy polémica.
El mundo del fútbol es el negocio por excelencia por donde quiera que se le mire. Desde los jugadores hasta los patrocinios, pasando por los partidos hasta la venta de mercancía, este deporte representa un negocio multimillonario donde todos son partícipes de una forma u otra. No por nada es el deporte más popular del planeta, donde los equipos dejan de ser solamente clubes deportivos y pasan a convertirse en todas unas entidades corporativas millonarias que tienen como principal distintivo en el mundo el logotipo del equipo en cuestión, sus colores y elementos, representando tanto a sus jugadores, su región, a su afición, como al ente corporativo que pasa a convertirse al momento de hablar de negocios.
Si bien el fútbol no ha perdido esa esencia enteramente deportiva del balompié, hoy podemos ver como los equipos han dejado atrás esa naturaleza meramente deportiva para dedicarse a otros factores bastante rentables, donde su principal representante suele ser su identidad visual, su marca, la cual es al final del día, el escudo muchas veces heráldico del club. Y en un mundo de actualización, donde “menos es más”, y donde todo busca hoy una simplificación, la intervención de los logos e el fútbol, se ha convertido en un rebranding necesario que hoy da mucho de qué hablar, dividiendo opiniones principalmente de su afición más purista, que más allá de ver las necesidades de la marca en un mundo corporativo, se aferran a mantenerse en un pasado donde los escudos heráldicos en el fútbol ya no tienen lugar en el mercado del fútbol.
De la heráldica a la simplificación
Sabemos por cultura general que el fútbol nació en Europa, específicamente en Gran Bretaña, donde es considerado algo más que un simple deporte. El viejo continente por ende ha hecho de este deporte una forma de entretenimiento que ha cruzado cualquier frontera, ya sea geográfica, mediática, comercial, etc., siendo uno de los deportes más diversificados en el globo. Con este contexto, no es de extrañar que los equipos o clubes más famosos de Europa y del mundo lleven por costumbre representarse a sí mismos mediante el uso de heráldica en sus logotipos, agregando elementos comúnmente utilizados en los escudos de armas para mostrarle al mundo sus colores, mascotas, y el lugar que representan como entidad.
Por ello, es común que clubes como el Barcelona, el Manchester United, el Arsenal, Real Madrid, etc., muestren en sus logos de club escudos con elementos típicos de la heráldica europea, ya sea en su forma, escudos comúnmente, como en los ornamentos que exhiben, como cuadriculas de color, animales, flores, armas, etc. Si bien esta costumbre ha hecho que los equipos sean identificados mundialmente con éxito, hoy en día su uso comienza a requerir una intervención en busca de la simplificación de estos, motivando a muchos clubes y selecciones a nivel mundial a actualizar sus logotipos en busca de representar ya no solamente un equipo de fútbol, sino a una marca corporativa de gran poder en el mercado. Y aunque esto suene de lo más lógico para aquellos que conocen las necesidades de diseño y publicidad de una entidad en pleno siglo XXI, los aficionados, y muchas veces gente desde su ignorancia, ha hecho que esta actividad necesaria se convierta en todo un evento polémico y hasta profano.
Actualización controversial
En años recientes hemos visto cómo algunos de los clubes de fútbol y selecciones nacionales alrededor del mundo se han visto en la necesidad de actualizar su identidad visual en busca de un mejor aprovechamiento de su marca en los diversos medios, manteniendo el uso de colores, elementos clave, y simplemente haciendo más simple un logotipo en busca de una mayor difusión en medios, productos, mercancía, etc. Ejemplos de esta implementación del rebranding en la identidad visual de los clubes de fútbol tenemos al Juventus de Italia, cuyo rebranding de 2017 implementó un escudo abstracto, simplificado y minimalista que mantiene las franjas características del equipo. La selección nacional de México también tuvo su respectiva intervención recientemente, pasando de un escudo lleno de elementos difíciles de reproducir de forma eficiente a un logotipo simplificado que mantiene el águila característica de la nación azteca y los colores nacionales.
Estos ejemplos como muchos otros dentro del fútbol han desatado la ira y el rechazo de la afición más purista, asegurando que este tipo de acciones sumamente necesarias han hecho que la esencia del fútbol desaparezca lentamente, llevando inclusive a algunos clubes a dar marcha atrás a esta intervención, como fue el caso del Atlético de Madrid, que, ante el rechazo de la nueva propuesta simplificada, el club regresará a su anterior escudo.
Algo que hay que tener en claro siempre, sobre todo en situaciones como estas, es que el diseño siempre será implementado en base a una necesidad real. Si los escudos y logotipos de los clubes y selecciones han sido y serán intervenidos es para hacerlos más eficientes en un mundo donde la diversificación y la digitalización demandan identidades gráficas más sencillas y simplificadas. Si bien, algo que se recomendaría hacer a toda intervención deportiva de esta índole es la de mantener los colores y elementos característicos, muchas veces será necesario implementar nuevas propuestas que nos llevarán a algo completamente nuevo, pero que a la larga dará resultados, y el equipo se mantendrá actualizado en una era de minimalismo y simplificación. No se busca hacer pedazos un escudo y sus colores, mucho menos atacar a su afición, sino mantener su identidad de cara a un futuro de inmediatez.