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Cambiando la participación del diseño gráfico en el cine.

 

La participación del diseño gráfico en la poderosa industria cinematográfica hoy en día va más allá del diseño publicitario con el que se busca promover las películas alrededor del mundo en cualquier medio posible. Como todo en la vida y a nuestro alrededor, el diseño gráfico forma parte del cine de una manera fuertemente arraigada dejando de ser solo un medio para publicitar cine a ser parte de las producciones desde su núcleo. Hoy, sabemos que sin diseño no hay conceptualización de un filme, mucho menos podemos concebir su realización sin saber a donde vamos gráficamente, por lo que esta parte artística se ha convertido en un engranaje importante en la poderosa maquinaría cinematográfica contemporánea. 

Antes de que el diseño obtuviese el reconocimiento que hoy posee en la industria, era relegado a un uso meramente publicitario, funcionando para el cartelismo y otros materiales de promoción para las películas, situación que cambiará llegado la mitad del siglo XX y el auge de Hollywood como la meca del entretenimiento. Para ello, haría falta la participación de un hombre formado en esta profesión versátil y maravillosa, un diseñador gráfico hábil, innovador y experimentado que encontraría en el cine una forma de ser parte de algo más grande, de películas que pasarían a formar parte de la industria de Hollywood mediante su destreza gráfica tanto dentro del filme como para su promoción publicitaria. Pocos diseñadores de entonces podrían decir que sin ellos el cine no sería igual, y en el caso del legendario Saul Bass, podemos asegurar que eso es una completa certeza que hoy estamos por descubrir.

Diseñador publicitario excepcional

Saul Bass nació en el Bronx, Nueva York, ciudad que le daría la oportunidad de formarse en diversas escuelas como diseñador gráfico y artista, instrucción que con el tiempo le permitiría pasar del diseño comercial a uno independiente como freelancer, y posteriormente, trabajar para la poderosa industria hollywoodense. Pero mucho antes de llegar a dicho punto, Saul Bass se desempeñó con destreza y estilo en el ramo publicitario, trabajando en el espacio comercial para grandes empresas que hoy en día mantienen la identidad gráfica concebida en su momento por Bass. 

Bass fue parte del diseño de marca de empresas como United Airlines, AT&T, NCR Corporation, entre otras, demostrando ser un hábil diseñador, fama que, sumado a su participación en Hollywood, le daría la oportunidad de concebir el diseño oficial de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984, dejando un legado en el diseño contemporáneo versátil y profesional. 

Llegando a Hollywood

Su llegada a Hollywood, así como su paso por esta industria se caracteriza por la innovación en la participación del diseño gráfico en el cine, tanto dentro de las películas como en su promoción, revolucionando la forma de hacer cartelismo para la industria del cine como ningún otro. Sabemos que la promoción de un filme es crucial para su éxito y rentabilidad, y Bass entendió de manera excelente este propósito. Su propuesta se implementó en películas hoy consideradas clásicos del cine, como lo fueron diversos trabajos con Hitchcock como Vértigo o Psycho, o en películas como West Side Story, en las cuales, no solamente concibió icónicos posters promocionales repletos de su estilo y el de la época, sino que formó parte de otros recursos fílmicos como en lo fueron los títulos de apertura y cierre y otros montajes iniciales, algo que hasta entonces nos e había explotado de la manera correcta.

Estilo icónico

Para reconocer el estilo de Bass sólo basta con analizar una sola de sus obras y entender la línea que lo caracterizaba. Formado mediante el impresionismo y el constructivismo ruso, Bass diseñó de forma espléndida mediante la forma surrealista y disruptiva, logrando diseños que se distinguían de cualquier otra cosa vista hasta entonces. El uso de figuras a modo de silueta en negativo era un elemento recurrente en su trabajo, así como lo fueron el uso tipográfico de forma protagonista (grandes letras, ya fuesen para títulos o para el reparto), y claro, el uso de grandes plastas de color base contrastantes con el blanco y el negro de los elementos anteriores, creando así un estilo que marcó su época y renovó la forma de promocionar cine en carteleras.

Hoy en día, el trabajo de diseño gráfico en el cine de Saul Bass es uno de los más reconocidos, incluso considerándose muchos de sus diseños y carteles verdaderos tesoros de la historia del cine, íconos gráficos que hoy nos llevan a una época donde el cine estaba en su mejor momento y ver en cartelera tan sublime trabajo conciso e impactante motivaba a las audiencias a consumir entretenimiento audiovisual sin pensarlo dos veces. No cabe duda de que el diseño gráfico y su versatilidad siguen demostrando que no hay nada que no requiera diseño y que no hay nada que el diseño no pueda revolucionar.